El miércoles por la mañana, Halil Güneş fue encontrado muerto en su celda solitaria en la prisión de alta seguridad de Diyarbakir (Amed) y Abdülrezzak Şuyur, de 56 años, murió en la prisión de Şakran en Izmir. Ambos estaban encarcelados desde 1993 y padecían enfermedades graves.
La Asociación de Mármara para la Solidaridad con las Familias de Presos y Convictos (MA-TUHAYDER) emitió una declaración escrita sobre las y los presos enfermos que perdieron la vida en prisión.
Al definir las crecientes violaciones de derechos en las cárceles como un “sistema de tortura”, la declaración informó que a las y los detenidos gravemente enfermos se les niega el acceso a tratamiento médico, se los encarcela en celdas aisladas y se les niega la libertad.
“Cada año, decenas de presos gravemente enfermos pierden la vida en las cárceles porque no son liberados y no pueden recibir tratamiento médico”, comienza el comunicado, refiriéndose a los casos de los presos enfermos Halil Güneş y Abdülrezzak Şuyur, que han fallecido hoy en prisión así como los prisioneros enfermos Bangin Muhammed de Afrin y Garibe Gezer, quien sospechosamente murió en prisión luego de ser sometida a tortura, acoso sexual y confinamiento solitario.
A Abdülrezzak Şuyur, a quien se le diagnosticó cáncer tres meses antes de su muerte, y a Halil Güneş, que padecía cáncer de pulmón y huesos durante mucho tiempo, se les había negado el acceso a tratamiento médico, según el comunicado.
La declaración calificó el aislamiento agravado impuesto al líder kurdo Abdullah Öcalan en Imralı como "una parte del sistema impuesto a los pueblos de Turquía, especialmente al pueblo kurdo".
Señalando el creciente número de cárceles llenas de opositores en Turquía, la asociación pidió una acción urgente contra la tortura y los malos tratos en las prisiones: “Hacemos un llamado a las ONG, a las instituciones interesadas y a nuestra gente a ser sensibles contra la persecución en las cárceles y a apoyar a las familias y parientes de los presos, que han estado realizando una vigilia en las instalaciones del Colegio de Abogados de Van y Amed para detener las muertes en prisiones".