Kadri Sancar tenía 17 años cuando fue detenido y condenado a 22 años de prisión. Ahora, la sentencia ha sido confirmada por el Tribunal de Casación.

K.S., Ö.K., İ.A., B.A., H.T., R.A. y S.D. se refugiaron en una casa durante la resistencia en Dargeçit, Mardin, en 2015-2016. Todos eran menores de 18 años y fueron detenidos por equipos especiales.

Kadri Sancar, que tenía 17 años en ese momento, lleva encerado desde diciembre de 2015 en la prisión de Aliağa Şakran. Según su hermano mayor, Islam Sancar, fue enviado a prisión preventiva sin un juicio adecuado.

En declaraciones a ANF, Islam Sancar dijo que los jóvenes se refugiaron en la casa de la tía de uno de ellos durante el conflicto. El último día del toque de queda, la casa fue asaltada por los equipos de operaciones especiales tras recibir información de alguien del exterior. A los jóvenes se les dijo que salieran, pues de lo contrario el equipo abriría fuego contra la casa. Según Ismail Sancar, ellos se asustaron al oír la orden de “matar”, y salieron para no poner en peligro a los hijos pequeños de la mujer de la casa.

Niños de entre 15, 16 y 17 años fueron sometidos a torturas por la policía de operaciones especiales, recordó Sancar, añadiendo que a su hermano Kadri le ataron un cinturón al cuello y lo arrastraron por el suelo. Lo golpearon tanto que cuando su hermano mayor lo vio, 4 meses después, todavía tenía moratones bajo los ojos. Los jóvenes permanecieron en la cárcel de Midyat durante un mes y medio, y luego fueron deportados a la prisión juvenil de Şakran en Aliağa, en la provincia de Izmir.

Ningún resultado del tribunal

Islam Sancar intenta dar a conocer el caso por sus propios medios. Ha sacado a relucir el hecho de que Kadri está enfermo desde hace tiempo. La abogada que lleva actualmente el caso contactó con el diputado del HDP Ömer Faruk Gergerlioğlu. Después de 4 años, Kadri, que no podía comer debido a problemas dentales, finalmente obtuvo cita con el hospital. Pero según su hermano mayor, debido a la epidemia, ese tratamiento también ha quedado inconcluso. La familia no siempre ha podido ir a ver a su hijo, detenido desde 2015. Islam Sancar afirmó que sus padres solo han visto a Kadri dos veces durante este tiempo: “No podemos permitirnos ir tan lejos. Mi madre solo ha visto a Kadri dos veces. Mi hermano era un niño cuando entró en prisión. Su infancia terminó allí, ahora su juventud terminará allí también dada la sentencia dictada contra él”.

La abogada de la familia, Çiğdem Koç, se hizo cargo del caso tras la decisión del Tribunal de Casación. Actualmente está preparando una solicitud individual ante el Tribunal Constitucional para que se repita el juicio. Koç señaló que los acusados apenas han visto la cara del juez: “Este es un segundo ‘caso Ilhan Çomak’. Lo que ocurrió con Çomak hace 27 años está ocurriendo ahora. Los chicos fueron condenados a 22 años sin un juicio presencial. Estoy revisando el caso y no hay ni una sola prueba sólida. Han sido castigados por entrar en una casa. Aunque la mujer con la que se alojaban era la tía de uno de ellos y la mujer no se quejara, fueron castigados por ello. Como prueba concreta, uno de ellos tenía un rastro de pólvora en la mano, pero esto tampoco se ha investigado a fondo. Estos jóvenes eran niños cuando fueron detenidos, pero no se celebró un juicio justo”.