El abogado kurdo Yusuf Özperçin ha sido detenido en Adıyaman (Semsûr). El abogado, que también es co-presidente provincial del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM), ha sido acusado de "hacer propaganda a favor de una organización terrorista".

Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), de la que Özperçin es miembro, informó el sábado que la fiscalía de Adıyaman también acusa al abogado de "declaraciones perjudiciales para el Estado (turco)".

La junta directiva de la ÖHD calificó las acusaciones contra Özperçin de infundadas, ya que estaban relacionadas con las críticas a la operación de ocupación en curso del ejército turco en el Kurdistán iraquí. La organización condenó el encarcelamiento del abogado y político, y afirmó: "La expresión pacífica y libre de opiniones contra la política de guerra del Estado no debe considerarse un delito penal. Nuestro colega debe ser liberado de inmediato".

El abogado Özperçin fue llevado a prisión preventiva en Adıyaman y, según la ÖHD, aún no está claro si se presentarán cargos contra él ni cuándo.

La defensa de los derechos humanos en Turquía

La ÖHD ha sido víctima de represión durante años. La asociación es conocida por su lucha por los derechos humanos y civiles y asume principalmente mandatos políticos, especialmente en las provincias kurdas del país.

El abogado Özperçin también se ha hecho un nombre como reconocido defensor de los derechos humanos. Representa a personas políticamente activas que son perseguidas por su oposición al gobierno, así como a los cultivadores de tabaco que han perdido su sustento debido a una ley a favor de la industria tabacalera extranjera.

Özperçin también está comprometido con el apoyo a las víctimas y familiares del terremoto que azotó la región fronteriza entre Turquía y Siria en febrero de 2023. Ha presentado varios cargos penales por homicidio intencional y negligente contra miembros del gobierno y funcionarios turcos, incluidos gobernadores, ministros y empresas de construcción. Al igual que muchas otras entidades y organizaciones jurídicas, Özperçin acusa al gobierno de tener una gran responsabilidad por el elevado número de víctimas. Se trata, sobre todo, de la seguridad de los edificios, en la que la administración del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan desempeña un papel poco honroso. Según las cifras del gobierno, en Turquía murieron alrededor de 53.000 personas en el terremoto. Sin embargo, según los análisis de varias organizaciones y asociaciones profesionales como la Asociación Turca de Médicos (TTB), el número de muertos a causa del terremoto fue tres veces superior al que se informó oficialmente.