Sibel Balaç y Gökhan Yıldırım llevan tres meses en ayuno de muerte en las cárceles turcas. Sibel Balaç lo lleva a cabo en la prisión cerrada de mujeres de Sincan desde hace 100 días, y Gökhan Yıldırım desde la prisión tipo F nº 1 de Tekirdağ desde hace 95. Su salud se está deteriorando notablemente.

Ambos presos exigen el fin de las violaciones de sus derechos en prisión y un juicio justo.

Sibel Balaç renunció a su cargo como profesora en 2018 por haber sufrido exilio y acoso laboral mientras daba clases a niños con trastornos mentales.

Balaç fue detenida en diciembre de 2018 acusada de “pertenencia a una organización terrorista” y condenada a más de 8 años de prisión, con el pretexto de que apoyaba la Resistencia Yüksel iniciada en Ankara tras el despido de cientos de miles de trabajadores públicos por Decretos Ley (KHK). Aunque su sentencia fue aprobada por el Tribunal, Balaç exige un “juicio justo” en su expediente pendiente ante el Tribunal de Casación.

Sibel Balaç inició una huelga de hambre el 19 de diciembre de 2021.

Gökhan Yıldırım fue condenado a 46 años por cargos como “pertenencia a una organización terrorista”, “lesiones intencionadas” y “daños a la propiedad”. Todas las condenas inferiores a cinco años, que recibió por separado, fueron confirmadas por el Tribunal de Apelación. Dos expedientes con condenas superiores a 5 años aún se encuentran en el Tribunal Supremo.

Yıldırım protesta porque no se llevó a cabo un juicio justo, y también inició una huelga de hambre el 21 de diciembre de 2021. Yıldırım, cuya demanda de un juicio justo no fue aceptada, convirtió su protesta en un ayuno de muerte el 25 de diciembre.