Continúa la huelga de hambre de los presos políticos en las cárceles turcas iniciada el pasado 27 de noviembre para exigir el fin del aislamiento impuesto contra el representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y de las violaciones de los derechos en las prisiones.

El escritor Muhammed Inal ha pedido una mayor solidaridad a través de una llamada telefónica con su hermana Süheyla Inal desde la prisión tipo F n.º 1 de Kandıra donde se encuentra encarcelado.

Inal le dijo a su hermana: “Dado que el propósito principal de nuestra resistencia es la libertad, la lucha debe ser dirigida en consecuencia.

Los presos están resistiendo, nuestro pueblo en Europa está resistiendo, y nuestro pueblo en Sudáfrica está resistiendo. Se llevan a cabo campañas en todas partes, pero lo principal es que nuestro pueblo en Bakur se levante y resista. Es necesario que nuestros jóvenes protejan esta resistencia. Sí, los presos resistirán. Las guerrillas también resistirán en las zonas liberadas. Sin embargo, la libertad de la que hablamos es la libertad del pueblo. Si el pueblo no protege su libertad como es necesario, las campañas llevadas a cabo en el extranjero no darán los resultados necesarios”.

Inal continuó: “No podemos ganar la libertad de nuestra tierra con una resistencia llevada a cabo solamente en países extranjeros, debemos fortalecer nuestra resistencia en nuestro propio país y en nuestras propias tierras para ello. Por tanto, esperamos que nuestros jóvenes y nuestro pueblo continúen esta lucha en nuestra tierra y eleven su resistencia. No hay que olvidar que los viejos Nimrods y los faraones también fueron derrotados. Con nuestra lucha, el faraón moderno también será derrotado. No permitáis que se sienta el miedo y la tristeza. Sí, ellos pueden parecer poderosos en este proceso. Sin embargo, están en su punto más débil y más cerca de la derrota. Si continuamos nuestra lucha con la determinación de que nos encontramos en nuestro período más fuerte, el éxito será nuestro”.

Quién es Muhammed Inal

Durante sus años de escuela secundaria, Muhammed Inal participó en el Movimiento Islámico del Kurdistán y en el trabajo patriótico de la juventud kurda. En 1999, durante la conspiración internacional que culminó con la captura del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan en Kenia y su encarcelamiento en Turquía, Inal fue detenido junto con su hijo y su tía. Los tres fueron torturados durante un mes y medio y luego fueron condenados a muerte. Las sentencias se conmutaron más adelante, y resultaron en cadenas perpetuas.

Inal ya se había puesto en huelga de hambre el 1 de marzo de 2019 junto a muchos otros presos que protestaron ya entonces por el aislamiento impuesto contra el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.