El preso político Bayram Aslan ha sido liberado tras treinta años de prisión en Turquía. El kurdo fue arrestado en la provincia de Muş el 24 de septiembre de 1993 y condenado a cadena perpetua por un Tribunal de Seguridad del Estado (DGM) ese mismo año por "destruir la unidad estatal de Turquía". Tenía entonces veintiún años.

Desde el inicio de su encarcelamiento, Bayram Aslan ha participado en huelgas de hambre y acciones de resistencia contra la represión tras las rejas. Es uno de los varios miles de presos políticos que, entre 2018 y 2019, participaron en una huelga de hambre que duró un total de 200 días, organizada por la política kurda Leyla Güven para levantar el aislamiento de Abdullah Öcalan y reanudar las negociaciones de paz.

Después de estancias en varias cárceles del país, incluidas Amed (tr. Diyarbakır), Muş, Yozgat, Burdur, İzmir, Elbistan y Midyat, Bayram Aslan estuvo recluido recientemente en la prisión de alta seguridad de Kalkandere, cerca de Rize, una provincia del noreste de Turquía en el Mar Negro. Tras su liberación, fue recibido por sus familiares el domingo y recibido con trinos de alegría en su ciudad natal de Bismil, en Amed.

En los últimos meses han sido liberados muchos presos que fueron condenados a cadena perpetua en 1993 ante los tribunales de seguridad del Estado, ahora abolidos. Sin embargo, unos 200 presos políticos no son liberados ni siquiera después de cumplir su condena habitual. Ningún tribunal decide sobre la liberación, sino un comité de la prisión según su propia discreción. Sin la aprobación de este comité, la salida de prisión siempre puede posponerse tres o seis meses. Una de las preguntas habituales que formula el comité sobre su pronóstico social es: "¿En su opinión, el PKK es una organización terrorista?".