Un total de 5 estudiantes de la Universidad Boğaziçi en Estambul fueron detenidos acusados de incitar “al odio, la hostilidad o la humillación” en virtud del artículo 216/1 el viernes por la noche. Uno de los estudiantes fue posteriormente puesto en libertad, otros dos fueron puestos en libertad bajo control judicial y los dos restantes dos fueron enviados a prisión preventiva.

Estas detenciones se producen en un contexto dominado por una campaña de linchamiento contra una exposición de protesta exhibida en la universidad.

La base de esta detención se encuentra en una investigación de la Fiscalía de Estambul en torno a una protesta dirigida contra Melih Bulu, el antiguo partidario del AKP de Recep Tayyip Erdoğan que fue nombrado nuevo rector de la Universidad Boğaziçi por decreto presidencial a principios de año. Un nombramiento destinado a situar a la universidad más importante de Estambul en la línea del AKP. En consecuencia, se formó un movimiento contra el ataque a la autonomía de la universidad y la violación de las ideas y valores universitarios. Este movimiento pide la destitución del rector nombrado por el gobierno.

Los ministros participan en la campaña de linchamiento

El proceso contra los estudiantes de Boğaziçi se inició después de que los medios de comunicación turcos iniciaran una campaña de linchamiento escribiendo que “algunos pervertidos LGBT” habían utilizado indebidamente una foto de la sagrada Kaaba de La Meca para su protesta. Los informes se refieren a una pieza de la exposición en la que aparece la mítica figura de Şahmaran y banderas del arcoíris. Şahmaran es considerada la diosa de la sabiduría y protectora de los secretos en Anatolia, Kurdistán y otras regiones de Oriente Medio.

La campaña de linchamiento contra los estudiantes ha contando también con altos cargos del gobierno en primera línea, como los ministros de Justicia e Interior, el vicepresidente, el jefe de la Autoridad Estatal para las Religiones, el gobernador de Estambul y la Junta del Consejo Universitario Turco (YÖK).

Los estudiantes se enfrentan a penas de hasta tres años de prisión

Si los estudiantes son condenados en virtud del artículo 216/1, se enfrentan a penas de prisión de entre doce meses y tres años de cárcel. La ley dice: “Quien incite al odio y a la enemistad contra sectores de la población que tengan características diferentes (clase social, raza, religión, confesión u origen) públicamente constituyendo por ello un peligro para la paz pública se enfrentará a penas de prisión de hasta tres años, siendo la mínima de doce meses”.