Desde el 27 de noviembre de 2020, los presos políticos en las cárceles turcas llevan a cabo una huelga de hambre alterna con un cambio de grupo cada cinco días. La huelga de hambre está liderada por los presos del PKK y el PAJK, y exige el levantamiento del aislamiento impuesto contra el líder kurdo Abdullah Öcalan, así como el fin de las violaciones de los derechos de todos los presos.

Cahit Ertan, miembro de la Asociación Abogados Libres (ÖHD), ha hablado con ANF y ha hecho un llamamiento al gobierno turco para que acepte las demandas de los presos con el fin de evitar consecuencias dramáticas como en el pasado.

“La demanda principal de los presos es el fin del aislamiento”, dijo Ertan, que añadió: “La cuestión es que una persona permanece aislada del mundo exterior en confinamiento solitario. Esto es un castigo dentro del propio castigo de la cárcel, y viola tanto el derecho turco como el derecho internacional. Los presos están en huelga de hambre exigiendo un derecho básico y legítimo”.

El abogado dijo que “el gobierno debe dar un paso antes de que la huelga de hambre tome nuevas dimensiones. La gente ha comenzado la huelga de hambre por turnos para concienciar sobre los problemas en las cárceles, pero si no se toman medidas serias, comenzará una huelga de hambre indefinida o un ayuno de muerte. Así que el gobierno tiene que hacer algo”.

Ertan subrayó que el castigo dentro del castigo va en contra de los derechos humanos y de los principios legales. “Los presos están en huelga de hambre contra esta injusticia y se les debe dar voz desde fuera. Es de vital importancia que todas las fuerzas democráticas hablen por ellos”.