Hoy miércoles se ha inaugurado en Bruselas la primera jornada del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre Rojava contra Turquía
Al tribunal, celebrado en la sala de conferencias Aula QA de Universidad Libre de Bruselas (ULB), asisten abogados y activistas de derechos humanos, así como víctimas y testigos presenciales de atentados de distintos países. Aunque se invitó al Estado turco a presentar su defensa, no ha estado presente ningún representante.
Gerrit Loots pronunció el discurso de apertura, afirmando lo siguiente: “Nos hemos reunido para este importante tribunal durante dos días. Estamos organizando este tribunal con el apoyo de la Universidad Libre de Bruselas. Estamos aquí para proteger los derechos humanos y defender Rojava. Rojava es un lugar donde se está construyendo la libertad de las mujeres y la democracia, y por eso creemos que hay que protegerla”.
El tribunal continuó con los discursos de los abogados Jan Fermon y Ceren Uysal, del Equipo de Fiscales, que hablaron de la importancia de encuadrar correctamente los crímenes cometidos por Turquía, destacando, por ejemplo, el control y uso del agua como “herramienta estratégica para la guerra contra los kurdos”.
El investigador del Equipo de Fiscales Efstathios C. Efstathiou presentó el caso relacionado con el “Desplazamiento de población e ingeniería étnica en Afrin”: “El caso de Afrin gira en torno al desplazamiento forzoso de civiles de varias aldeas en 2018, seguido del reasentamiento estratégico de familias de la campiña de Damasco, en particular de Ghouta. Esta iniciativa de reasentamiento implicó un cambio de nombres de calles, escaparates, señales de tráfico y otros elementos infraestructurales. El informe detalla cómo las fuerzas de ocupación saquearon propiedades y orquestaron el reasentamiento de familias árabes suníes de Ghouta Oriental en hogares de kurdos desplazados, como parte de un plan más amplio para alterar la composición demográfica de la región. Este plan de ingeniería demográfica, descrito como una estrategia de la inteligencia turca, pretendía erradicar la presencia kurda en la región y borrar su identidad kurda.
En acontecimientos posteriores, el ‘Ejército Nacional’ respaldado por Turquía llevó a cabo ataques y bombardeos, que desembocaron en enfrentamientos con las Fuerzas del Consejo Militar Manjib en diciembre de 2024. Esto provocó el desplazamiento de miles de familias, con una importante afluencia a la zona de Al-Tabqa, especialmente desde Al-Shahba. El número total estimado de personas desplazadas ascendió a 120.000, con un desglose demográfico que muestra un 40% de niños, un 40% de mujeres y el resto compuesto por hombres jóvenes y ancianos. Además, el caso documenta la repatriación forzosa de refugiados en Afrin, lo que contribuye aún más a la transformación demográfica de la región. El informe incluye estadísticas sobre los refugios de Tabqa y destaca las necesidades básicas de la población desplazada para subrayar el alcance de los daños causados por estas acciones”.
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