Cualquier medida del Parlamento de Turquía que utilice una condena injusta de un político de la oposición, por una publicación en las redes sociales, como pretexto para despojarlo de su escaño parlamentario y encarcelarlo agravaría la grave violación de su derecho a la libertad de expresión y violaría el derecho de los votantes a elegir a sus representantes, señaló Human Rights Watch.

Ömer Faruk Gergerlioğlu, diputado desde 2018 por el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en representación de la provincia de Kocaeli, en el oeste de Turquía, es uno de los más críticos con el pésimo historial del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan en materia de derechos humanos. Gergerlioğlu, médico y defensor de los derechos humanos desde hace mucho tiempo, fue declarado culpable en febrero de 2018 de "difusión de propaganda terrorista" sobre la base de una publicación en las redes sociales de 2016 que no hacía apología de la violencia.

"Cualquier medida para despojar a Ömer Faruk Gergerlioğlu de su escaño parlamentario como preludio a su encarcelamiento parecería una represalia del gobierno de Erdogan por su postura valiente y vocal en apoyo de miles de víctimas de violaciones de derechos humanos", dijo Hugh Williamson, director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. "La condena de Gergerlioğlu es una flagrante violación de su derecho a la libertad de expresión y utilizarla como pretexto para expulsarlo del Parlamento mostraría un profundo desprecio por las normas democráticas y el derecho de asociación política."

El 19 de febrero de 2021, el máximo tribunal de apelación de Turquía confirmó la condena y la pena de dos años y seis meses de prisión. El 15 de marzo, el presidente del parlamento turco indicó que las medidas para despojar a Gergerlioğlu de su escaño podrían ser inminentes, aunque Gergerlioğlu ha presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el procesamiento en su contra.

El 20 de agosto de 2016, casi dos años antes de convertirse en diputado, Gergerlioğlu tuiteó y comentó una noticia que informaba brevemente de que los dirigentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con sede en el norte de Irak, habían pedido al Estado turco que diera un paso hacia la paz. La noticia también incluía una larga respuesta al llamamiento del PKK por parte de Bülent Arinç, entonces presidente del Parlamento y ex viceprimer ministro.

Gergerlioğlu dijo que "este llamamiento [del PKK] debe ser debidamente considerado, ¡no hay fin a la cuestión...!" (¡Bu çağrı hakkıyla değerlendirilmeli, bu işin sonu yok...!), argumentando que debería haber un proceso de paz renovado para poner fin al conflicto de décadas entre el Estado turco y el PKK. Gergerlioglu fue condenado por este tuit en el que compartía el artículo de noticias y la fotografía de combatientes del PKK que lo acompañaba. Pero nadie del sitio web de noticias que publicó el artículo fue procesado, y el propio artículo de noticias con la fotografía sigue siendo accesible en línea y nunca ha sido objeto de ninguna orden judicial que lo bloquee o exija su retirada.

El tuit de Gergerlioğlu de 2016 entra de lleno en los límites de la expresión protegida y no hay motivos para argumentar que podría ser necesario o proporcionado enjuiciarlo por unas palabras que expresan una opinión y no incitan a la violencia, dijo Human Rights Watch. Su enjuiciamiento y condena constituyen una grave violación de sus derechos a la libertad de opinión y de expresión y tienen lugar en el contexto de las violaciones generalizadas y sistemáticas de la libertad de expresión por parte del Gobierno turco, que se han acelerado tras el intento de golpe de Estado de 2016.

Cualquier argumento de que el tuit proporciona un posible motivo para negar a Gergerlioğlu la inmunidad parlamentaria porque -basándose en el artículo 14 de la Constitución de Turquía- Gergerlioğlu estaba haciendo un uso indebido de los derechos fundamentales protegidos por la Constitución o intentando dividir el país o derrocar la república, no resiste el escrutinio, dijo Human Rights Watch.