La Sociedad para los Pueblos Amenazados (GfbV) ha expresado su preocupación por las aldeas yazidíes del Kurdistán turco (Kurdistán “Norte” o “Bakur”) amenazadas por los guardias de aldeas. Las unidades paramilitares del Estado turco intentan directamente “robar o saquear” las aldeas habitadas por los yazidíes, incluidas tierras de cultivo y pastos, informó el viernes en Gotinga Kamal Sido, experto en Oriente Medio de la GfbV. Los legítimos propietarios son amenazados si resisten en sus propiedades, también por las autoridades. Sido instó al gobierno alemán a apoyar a la comunidad yazidí en este sentido.
Guardias de aldea
Los guardias de aldea son unidades paramilitares desplegadas en el Kurdistán contra la guerrilla y los miembros de la oposición. Actualmente se denominan "guardias de seguridad". Están formados en gran medida por líderes tribales, terratenientes, familias y particulares que a menudo llevan décadas colaborando con el Estado y defienden los intereses de éste en el Kurdistán. Algunos de los guardias de aldea se unen a este sistema voluntariamente, otros son amenazados de asesinato, detención y expulsión y se ven obligados a convertirse en guardias de aldea bajo presión.
El actual sistema de guardias rurales nació en 1985, un año después del inicio de la lucha armada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). En aquella época, el gobierno turco de Turgut Özal empezó a reclutar y armar a tribus y clanes kurdos en la guerra contra el PKK. Por aquel entonces, decenas de miles de miembros de la comunidad religiosa yazidí abandonaron sus pueblos y huyeron al extranjero porque no querían convertirse en guardias de aldea y luchar contra el PKK kurdo. La mayor comunidad yazidí en el exilio vive hoy en Alemania. Según una estimación de la GfbV, sólo quedan unos 600 yazidíes en el Kurdistán Norte. Actualmente reclaman sus propiedades en entre 30 y 40 pueblos de las provincias de Urfa (Riha), Mardin (Mêrdîn), Batman (Êlih), Şirnak (Şirnex) y Diyarbakır (Amed).
Sido dijo: "El ministro federal de Asuntos Exteriores Baerbock, que recientemente se pronunció a favor de ‘nuevas conversaciones sobre las relaciones con Turquía’, debe trabajar para garantizar que los pocos yazidíes que permanecen en Turquía puedan vivir en paz y que se les devuelva su propio país."
Tras el reconocimiento por el Bundestag alemán del genocidio cometido por la organización terrorista ISIS en 2014 contra los yazidíes en Shengal, al noroeste de Irak, el gobierno federal está obligado a condenar también su persecución en Turquía. Dijo Sido: "El gobierno debe hacer todo lo posible para garantizar que la vida de los yazidíes en Turquía no sea aniquilada".
Los yazidíes sufren allí una grave discriminación. Su credo no está reconocido como religión independiente en la Constitución turca.
Muchos yazidíes en Alemania y en el extranjero exigen la abolición del sistema de guardias de aldea. Ya existía en el Imperio Otomano: los regimientos Hamidiye, que desempeñaron un papel clave en los genocidios de los Jóvenes Turcos contra los pueblos cristianos y las comunidades religiosas aleví y yazidí a principios del siglo XX, se consideran el modelo histórico de los guardias de aldea. Sido subrayó que "bajo el actual gobierno de Erdogan, los guardias de aldea explotan cada vez más el Islam y lo agitan contra minorías como los alevíes y yezidíes kurdos, así como los asirios, arameos y caldeos cristianos".
Los guardias de aldea han sido acusados de miles de delitos graves desde la década de 1990, como asesinatos, delitos de drogas, rapto de novias, tráfico ilegal de armas y secuestros. En Turquía hay al menos 60.000 guardias rurales. El Estado les paga como a funcionarios y tienen derecho a prestaciones estatales como la asistencia sanitaria.
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