El guerrillero de las Fuerzas de Defensa Popular (HPG) Hatem Özdemir fue emboscado y hecho prisionero en la zona rural de Maku, en Urmia (Kurdistán Oriental o Rojhilat), el 2 de julio de 2019.
Tras 33 meses de cautiverio, Hatem Özdemir fue llevado ante el Tribunal Revolucionario de la ciudad de Xoy y condenado a muerte el 15 de marzo de 2022, tras un breve juicio espectáculo.
La sentencia fue aprobada por el máximo tribunal hace unas dos semanas.
El padre de Hatem Özdemir, Abdurrahman Özdemir, que vive en Agirî, declaró que se reunió con su hijo en prisión el 30 de mayo.
Decisión arbitraria
El padre Özdemir dijo que el abogado apeló a un tribunal superior contra la condena a muerte y añadió: «Esta decisión se tomó sólo porque mi hijo es kurdo, y es una decisión arbitraria. No la aceptamos. Aunque estemos en el siglo XXI, se sigue ejecutando a la gente. Mi hijo fue condenado a muerte. El mundo guarda silencio ante las ejecuciones en Irán. Esto es inaceptable. No veo suficiente apoyo en el mundo contra la pena de muerte impuesta a mi hijo».