HDK: "No debe usarse a los refugiados como moneda de cambio"

"No importa cuál sea la raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o visión política, todos tienen derecho a vivir honorablemente y este derecho debe ser preservado en todas las condiciones", expresó el HDK.

La Junta Ejecutiva Central del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK) emitió una declaración sobre el uso de refugiados por parte del estado turco como herramienta de chantaje a Europa.

La declaración expresó lo siguiente:

“Después de que 33 soldados turcos perdieron la vida en la región de Idlib en Siria, Turquía declaró el 27 de febrero de 2020 que no impediría que los refugiados pasen a Europa. Simultáneamente, el régimen del AKP-MHP se encargó de transportar a los refugiados en Turquía, a la región fronteriza en Edirne, Çanakkale e Esmirna. Tras este anuncio, miles de refugiados de diferentes ciudades de toda Turquía han comenzado a ir a la Puerta Fronteriza de Pazarkule, con la esperanza de poder salir de las condiciones inhumanas en las que se encuentran. Mientras que los principales medios de comunicación y el Ministro del Interior están dando cifras irreales para aumentar el flujo hacia la frontera, el gobierno no permite que los refugiados que quieren salir de la zona de amortiguamiento en Pazarkule en la frontera entre Turquía y Grecia regresen a Turquía.

Uno debe preguntarse primero: ¿por qué los refugiados que escaparon de la guerra, la muerte y la pobreza y tuvieron que refugiarse en Turquía quieren escapar de aquí?.

Porque, para los refugiados que no pueden alcanzar los derechos más básicos, como la salud, la educación o el trabajo, que experimentan problemas como la exclusión, la marginación o la pobreza, que no pueden o apenas pueden satisfacer sus necesidades básicas, “partir hacia Europa” es “un muy buen sueño”, a pesar de que no es seguro lo que traerá consigo.

Los refugiados que se han refugiado en Turquía no tienen el estatus de refugiado descrito en el derecho internacional. No tienen condiciones de refugio humanista. Tienen que vivir en el mismo piso con 15-20 personas y 3 o 4 familias. No pueden beneficiarse incluso de los servicios de salud más elementales. No acceden a medicamentos y algunos esperan abiertamente la muerte. Como no tienen permiso de trabajo, trabajan sin cobertura y en condiciones no seguras con salarios muy por debajo del básico. Como no tienen ningún registro, no pueden objetar ninguna injusticia en sus lugares de trabajo donde han sido explotados, tienen que enfrentar discursos racistas y están bajo la amenaza de ataques fascistas. Son como esclavos modernos que trabajan durante el día y la noche en circunstancias agravadas sin ninguna oportunidad.

Por otro lado, se están produciendo muertes civiles en los conflictos en curso debido a las políticas expansionistas y belicistas de Turquía en Idlib, e incluso en los hospitales. Se han ignorado los derechos a la vida de los civiles que se garantiza que están protegidos por los acuerdos internacionales, incluso en la guerra y el derecho de acceso a los servicios de salud de todas las personas, incluidos los no civiles. 

Turquía no ha abierto su frontera para los 800 mil sobrevivientes sirios civiles que esperan en la zona fronteriza entre Turquía y Siria debido a los conflictos en Idlib de los cuales Turquía es responsable. No asume ninguna responsabilidad por el asesinato o la masacre, ni el desplazamiento de la población local. El régimen del AKP-MHP está tratando de ocultar sus objetivos expansionistas y su apoyo a las bandas mercenarias yihadistas en Idlib bajo el discurso de "materia nacional". Etiquetan a todos los que no apoyan la política de guerra como "traidores". Envían a los jóvenes pobres a la muerte. ¿Para qué? ¡Para apoyar a las organizaciones terroristas yihadistas en el medio de Siria!.

El Gobierno griego, por otro lado, ha estado propagando el odio y el miedo a través de Europa y Grecia con el mito de "la afluencia de inmigrantes ilegales", que se desencadenó con los comentarios de Erdogan. Los refugiados que han ido a la frontera han sido impedidos de varias maneras, por la policía griega durante días. Si bien han estado expuestos a bombas de gas continuamente, muchos refugiados que intentan cruzar a Europa a través de Maritza en botes están siendo enviados de regreso a Turquía o arrestados después de tortura y maltrato. Cuatro refugiados murieron en un bote que volcó y tres fueron asesinados a tiros por la policía griega. Si bien tanto la UE como Turquía son responsables de que la política de refugiados se convierta en chantaje político, son los refugiados sufren las consecuencias.

El presidente Erdogan continúa prometiendo la muerte a la gente diciendo "La colina de los mártires no será abandonada". También hace su promesa repetida por Tansu Ciller, quien es uno de los maestros constructores de los notorios años 90, marcados por asesinatos no identificados, quemando pueblos kurdos y cometiendo masacres. Esta promesa se está haciendo realidad con las crecientes muertes de soldados en Siria. La ira y la reacción de la sociedad y la oposición democrática preguntando: "¿qué hacemos allí?", se responde con presiones, prohibiciones y detenciones.

Nosotros, como Congreso Democrático de los Pueblos, queremos que la guerra de Siria se detenga lo antes posible y que se establezca la paz allí, con la libre voluntad del pueblo sirio. Exigimos que no se obligue a ningún refugiado a regresar, se garantice su acceso a sus derechos y, en consecuencia, los derechos de los refugiados sean válidos en todas partes y en todas las condiciones.

Los refugiados que esperan en la frontera tienen problemas vitales de nutrición, vivienda y salud. Sus necesidades más básicas deben ser atendidas. Sus derechos deben ser respetados bajo la ley de refugiados en Turquía. Deben garantizarse los derechos más básicos, como la educación, la vivienda y el trabajo. Las puertas fronterizas cerradas por la UE y Grecia contra los refugiados que escapan de la muerte, deberían abrirse de inmediato. El uso de refugiados como un medio de negociación política debería detenerse y la crisis humanitaria existente debería resolverse. Es imprescindible hacer políticas y prácticas para la igualdad y contra la discriminación hacia todas las fracciones que viven en Turquía en cada parte de la sociedad y en cada paso, para garantizar sus derechos.

Nosotros, como HDK, siempre hemos dicho que: No importa cuál sea su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o visión política, todos tienen derecho a vivir honorablemente y este derecho debe ser preservado en todas las condiciones. 

Queremos recordar nuevamente que el derecho a la vida de nadie puede ser atacado y que todos deberían recibir condiciones de vida humanas igualitariamente. Las sociedades deben compartir la responsabilidad de la crisis para evitar políticas y prácticas que dejarán a las personas en riesgo, y desarrollar soluciones permanentes para los refugiados.

Estamos insistiendo en la paz. Decimos que las fronteras matan y deberían abrirse. Somos conscientes de que la oposición democrática tiene la responsabilidad de revelar la voluntad transnacional de los pueblos y organizar la solidaridad de manera inmediata.

Sin ninguna duda, la vida de los refugiados no puede dejarse en manos de la conciencia de los estados y de sus negocios. Estableceremos una honorable solidaridad o pisotearemos todos los valores que la humanidad ha logrado hasta hoy con grandes esfuerzos en la frontera de Pazarkule. ¡Es hora de elegir!.