La caravana de migrantes cada vez más cerca de EEUU

La administración estadounidense ha decretado la militarización de la frontera, amenazando el bienestar de los migrantes al tiempo que ha suspendido los derechos de asilo de los migrantes.

El 13 de octubre, la ciudad hondureña de San Pedro Sula, en el norte del país, segunda en importancia y con más de dos millones de habitantes, vio como la llamada “caravana migrante” partía hacia EEUU. La tierra deseada de muchos latino americanos a pesar de todo.

Se estima que unas 4.500 personas comenzaron su viaje ese día.

La iniciativa se había convocado a través de las redes sociales, específicamente Facebook y a través de una cuenta general. Varias fuentes apuntan a que la iniciativa fue organizada por organizaciones vinculadas al magnate estadounidense George Soros, específicamente a través de su fundación Open Society, pero la fundación lo ha negado categóricamente.

Sea como sea, la marcha ha recibido un importante apoyo en forma de infraestructura y ayuda material desde su inicio. Varias ONGs así como autoridades locales y grupos voluntarios han dado su apoyo a los migrantes en todos los territorios que han recorrido. Comida, refugio, atención médica y otras formas de ayuda han sido suministrados  a los refugiados y migrantes que realizan la ruta individualmente.

A la columna inicial, compuesta sobretodo por hondureños, se han ido sumando salvadoreños y guatemaltecos, llegando a la cifra de 10.500 personas cuando entraron en la capital mexicana. Una cuarta parte de ellos eran menores.

Se estima que el número todavía crecerá más a medida que se acerquen al punto deseado en la frontera con EEUU.

La cuestión ha sido usada como arma arrojadiza en las recientes elecciones al congreso en EEUU, a medida que el presidente y muchos de sus candidatos han alertado que la marcha era una “invasión bárbara” compuesta por criminales y bandidos, mientras que los demócratas han defendido el derecho al asilo y de los migrantes. Es importante tener en cuenta que una quinta parte de la población de EEUU es de origen latino.

Las numerosas comunidades de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que viven en EEUU tienen su origen en gran parte en los conflictos armados de los 80 en América Central, en un tiempo en el que las violaciones de derechos humanos eran masivas y se producían de forma diaria y contaban con el aval de los EEUU bajo el argumento de que protegían la región contra el avance del comunismo.

Pero más allá de la retórica, el presidente de los EEUU también ha dado pasos concretos que no dan a entender nada bueno. El traslado de 15.500 militares a la frontera del sur que ya están instalando alambre espinado y fortificando determinadas zonas y un decreto “provisional” suspendiendo los derechos a pedir asilo para los migrantes que no tengan la documentación adecuada en los estados que hacen frontera con México, dejan claro la hostilidad de la administración republicana.

Por otro lado, el recién elegido presidente mexicano, Antonio Manuel López Obrador, se ha reunido con representantes de  los migrantes y les ha propuesto quedarse en México y que busquen trabajo en el país.

Pero Obrador no jurará el cargo hasta diciembre por lo que no tiene poder por ahora y los migrantes llegarán antes a la frontera de que éste jure el cargo.

Los miembros de la marcha han agradecido a Obrador su oferta pero han dejado claro que su objetivo es llegar a EEUU.

Todo apunta al hecho de que esta situación puede convertirse en un problema muy serio en la frontera con todo tipo de incidentes sobretodo tras la militarización de la situación aprobada por el presidente de EEUU.