La diputada de Hamburg, Cansu Özdemir, condenó el trato dado por Teherán a la presa política Zeynab Jalalian y pidió su liberación inmediata.
"No puede ser que el régimen islamista de Irán quiera obligar a Zeynab Jalalian a confesar para que pueda recibir la atención médica necesaria", declaró el lunes la co-presidenta del Partido de la Izquierda en el Parlamento de Hamburgo. "Se trata de otra violación de los derechos humanos", añadió.
Durante el fin de semana se supo que Zeynab Jalalian estaba siendo maltratada mientras era interrogada por funcionarios del Ministerio de Sanidad iraní que querían obligarla a confesar ante las cámaras para darle atención médica.
En una emisión de la televisión estatal, la mujer kurda debía "confesar" sus fechorías y expresar remordimientos por sus anteriores actividades políticas y aceptar cooperar con el régimen de los mulás. Sólo entonces el Ministerio de Inteligencia estaría dispuesto a proporcionar a la mujer de 41 años la atención médica necesaria.
Jalalian rechazó las afirmaciones. "No tengo nada de qué arrepentirme", habría dicho la presa política a los interrogadores del régimen iraní a pesar de la presión psicológica y los malos tratos físicos a los que fue sometida. No era la primera vez que el régimen condicionaba en el caso de Jalalian el acceso a una atención médica adecuada a una "confesión" ante las cámaras. El Ministerio de Inteligencia iraní también condicionó repetidamente a una confesión el traslado a una prisión más cercana al domicilio de la familia de Jalalian y el fin de la represión contra ella y sus familiares.