El 27 de noviembre, numerosos presos políticos en las cárceles turcas iniciaron una huelga de hambre para exigir el fin del aislamiento impuesto contra el líder kurdo Abdullah Öcalan y del incremento de las violaciones en las prisiones. La acción, indefinida, se desarrolla de forma alterna con distintos grupos de presos que se relevan cada 5 días. Esta protesta suma ya un total de 35 días, y en estos momentos se encarga de ella un 7º grupo de presos.
Según los abogados, 2.500 presos ya han participado en la acción. Los presos están determinados a continuar hasta ver sus demandas cumplidas.