La IHD alerta sobre el empeoramiento de las condiciones en las cárceles de Turquía

La Asociación de Derechos Humanos de Turquía alerta de la situación de violaciones de derechos en las prisiones del país.

Según la Asociación de Derechos Humanos de Turquía (IHD) en Estambul, las cartas enviadas por los familiares de los presos enfermos a sus allegados no son entregadas en el hospital, se imponen registros corporales a los prisioneros y, quienes se oponen a ser examinados por un médico mientras permanecen esposados, son objeto de violencia física por parte del personal administrativo o de los soldados.

La abogada y co-presidenta de la IHD en Estambul, Gülseren Yoleri, ha señalado que no hay información pública sobre lo que sucede en las cárceles turcas y ha denunciado que los presos son sometidos a violencia cuando exponen las violaciones de sus derechos.

Yoleri resume la situación de los presos enfermos por medio del ejemplo de Fatma Özbay. “Fatma Özbay tiene cáncer de mama. Numerosos exámenes muestran que el cáncer se ha extendido, pero no recibe ningún tratamiento. La enfermedad no está controlada y Özbay está sola con ella. Dejarla sola con esta enfermedad es el equivalente a una pena de muerte”.

Apuntando que la tortura se ha convertido en una rutina en el último periodo, Yoleri ha añadido que “no se administra el tratamiento con la excusa de la pandemia del coronavirus. Por supuesto, esta situación provoca tensiones. En lugar de aliviar la tensión, la administración la aumenta respondiendo con más abusos y violaciones”.

Los familiares saben de las violaciones en las cárceles por medio de las cartas que les escriben los propios presos, ha explicado Yoleri, y ha añadido: “Hay quejas sobre retrasos en las correspondencias. A menudo, las cartas no salen de prisión. Por lo que sabemos, con motivo de la pandemia no permiten ni a los abogados ni a los familiares reunirse con los presos. Hemos experienciado un proceso en el que se han prohibido las actividades sociales. La cárcel bajo este absoluto aislamiento es todavía mucho peor. Hoy estamos abordando problemas muy serios. No hay una administración transparente en las prisiones. Nunca sabremos lo que pasa ahí dentro”.

Yoleri ha confirmado que cualquier objeción que hacen los presos es respondida con violencia. “Los guardias usan la violencia cuando los prisioneros se niegan a ser examinados, por ejemplo. Pero además se les impone violencia psicológica todo el tiempo. Por tanto, estamos hablando de un cuadro donde se experimenta todo tipo de violencia. Y cuando se trata de la salud, los presos sufren mucho, ya que cada vez más a menudo no son llevados al hospital ni se les proporciona tratamiento”.