"La UE debería hacer de los derechos humanos un tema central en la agenda con Turquía"

Human Rights Watch indicó: “Los funcionarios de la Unión Europea tienen la oportunidad de enviar un mensaje claro cuando se reúnan para una cumbre esta semana: la deplorable situación de los derechos humanos en Turquía debería tener consecuencias".

Durante una visita a la capital de Turquía, Ankara, a principios de este año, la presidenta de la Comisión de la Unión Europea (UE), Ursula Von Der Leyen, declaró claramente: "Los derechos humanos no son negociables". Añadió que la UE "nunca se cansará" de plantear preocupaciones sobre la retirada de Turquía del Convenio de Estambul,  destinado a combatir la violencia contra las mujeres. Después de un enfoque previamente silenciado, fue reconfortante escuchar a un alto funcionario de la UE manifestar estas preocupaciones.

En una declaración sobre los últimos acontecimientos en Turquía, Human Rights Watch indicó: “Decenas de periodistas permanecen tras las rejas y una implacable represión contra la libertad de expresión apunta a las personas para publicar en las redes sociales. El encarcelamiento del miembro del parlamento turco expulsado Ömer Faruk Gergerlioğlu, un caso de cierre contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y un juicio espectáculo separado contra decenas de sus políticos, muestran cómo el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha convertido el sistema de justicia penal en un garrote contra la oposición parlamentaria. El ataque de un pistolero a la oficina del HDP en Izmir y el asesinato de una mujer joven con la policía cerca también plantea el espectro de un posible descenso a la violencia".

“Los líderes de la UE deberían pedir explícitamente al gobierno turco que ponga fin a los ataques contra políticos, periodistas, abogados y defensores de los derechos humanos de la oposición. Deberían instar al gobierno a revertir su retiro del Convenio de Estambul e implementar las sentencias del Tribunal Europeo sobre Kavala y Demirtaş”, agregó HRW.

Según HRW, los funcionarios de la UE también deberían insistir en la evidencia del progreso real en materia de derechos, no en simples conversaciones. No era apropiado que los líderes de la UE ofrecieran la débil sugerencia de que el "diálogo" sobre derechos es "parte de la relación UE-Turquía".

“Deberían hacer del respeto de los derechos un requisito previo para las conversaciones sobre nuevos vínculos comerciales. Las conversaciones sobre la modernización de la unión aduanera, solicitadas por Ankara, no deberían comenzar hasta que se tomen medidas concretas para un poder judicial independiente e instituciones responsables", advirtieron.

HRW añadió: "Una agenda UE-Turquía que no afirme que los derechos humanos son requisitos previos clave fallaría tanto a sus compromisos como a los ciudadanos turcos".