Las cárceles de tipo S multiplican el aislamiento y la presión

El diputado del HDP Iğdır Habip Eksik dijo que con las cárceles de Tipo S se ha multiplicado el objetivo del aislamiento, la desidentificación, así como la presión tanto sobre el cuerpo como la cabeza.

Se han añadido tres prisiones de tipo S a las cárceles turcas, en Antalya, Bodrum e Iğdır. Además, se está construyendo otra cárcel de tipo S de dos unidades en Çarşamba-Samsun.

Hablando con ANF sobre el tema, el diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Iğdır Habip Eksik dijo que el objetivo de aislar a las personas, privándolas de su identidad, así como la presión sobre el cuerpo y la memoria se ha multiplicado con estas prisiones.

Recordando que el aislamiento físico y social causa daños físicos, mentales y sociales irreparables a las personas, Eksik dijo que los presos de Iğdır Tipo S fueron mantenidos en celdas individuales a pesar de que no recibieron penas de prisión agravadas o castigos disciplinarios.

Eksik declaró: "A los presos no se les da la prensa con el argumento de que permanecen en celdas de aislamiento, no se les permite reunirse con sus familias o el tiempo de visita se acorta arbitrariamente, y se impone un recuento permanente. Además, a los presos que solicitan ir a la enfermería se les lleva a la sala de urgencias y se les pone una inyección o se les envía a la enfermería después de tres semanas, y los medicamentos prescritos se les dan en un plazo de 2 a 3 semanas. A los presos se les impide participar en actividades sociales. Los presos tampoco pueden encontrar un interlocutor al que transmitir sus problemas".

Afirmando que el mayor problema es el internamiento en celdas de aislamiento, Eksik añadió: "Hogir Batu, detenido por el Caso Nusaybin, fue trasladado de la Prisión Cerrada de Alta Seguridad nº 1 de Diyarbakir a la Prisión Cerrada de Tipo S de Iğdır, y fue desnudado por la fuerza a la entrada de la prisión. Debido a su oposición, fue golpeado y arrastrado al suelo. A Batu no le dieron comida durante días. Asimismo, Serkan Güneş, Rüken Yıldız y Necdet Ayna permanecen en celdas de aislamiento. Los presos no tienen acceso a la asistencia sanitaria. Abdullah Ateş, de 70 años, tiene muchos problemas de asistencia sanitaria, pero no recibe tratamiento. Presentamos propuestas relativas a esta cuestión e intentamos contactar con los interlocutores por teléfono".