Al líder kurdo Abdullah Öcalan, que lleva 22 años en aislamiento agravado en la prisión de alta seguridad de tipo F de İmralı, no se le permite reunirse con su familia y sus abogados a pesar de todas las solicitudes legales. Como resultado de la huelga de hambre iniciada por la copresidenta del Congreso de la Sociedad Democrática (DTK), Leyla Güven, el 8 de noviembre de 2018 en la Prisión Cerrada de Tipo E de Diyarbakır, que se extendió a todas las prisiones durante 200 días, a los abogados de Öcalan se les permitió celebrar cinco reuniones distintas con él. Tras la última reunión, el 7 de agosto de 2019, todas las solicitudes presentadas por sus abogados han sido rechazadas.
Asimismo, se rechazan las solicitudes de visita de la familia de Öcalan y su representante legal. Como resultado de la creciente preocupación pública, a Abdullah Öcalan se le permitió usar su derecho a hacer una llamada telefónica por primera vez el 27 de abril de 2020. Habló con su familia por teléfono el 25 de marzo, luego de las acusaciones sobre su salud y las condiciones de seguridad que circularon el 14 de marzo. Esta llamada telefónica fue el último contacto con Öcalan y fue interrumpida.
Mientras tanto, la huelga de hambre de rotación indefinida lanzada por los prisioneros del PKK y PAJK en las prisiones de Kurdistán y Turquía el 27 de noviembre de 2020 para protestar por el aislamiento en Öcalan y las violaciones de los derechos en las prisiones marca su día 253. Los políticos y las ONG instan al gobierno a responder a las demandas de los que están en huelga de hambre.
Las crisis continúan
En declaraciones a ANF, Adile Salman, miembro de la rama Diyarbakır de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), señaló que el aislamiento en Imralı se ha intensificado desde el 5 de abril de 2015. Dijo que las familias y los abogados no pueden visitar a los prisioneros en İmralı que son completamente aislado del mundo exterior.
“El aislamiento del Sr. Öcalan, quien propuso una solución pacífica a la crisis de la civilización capitalista en Turquía y el Medio Oriente, es un esfuerzo para asegurar la persistencia de un poder que se basa en la guerra y la violencia. El aislamiento agrava guerras, crisis económicas, políticas y sociales. Mientras continúe el aislamiento, las crisis que están destruyendo el país seguirán aumentando”, indicó.
CPT debe aportar una actitud clara
“El aislamiento hace que los problemas empeoren. Levantarlo es una oportunidad para una resolución pacífica del problema kurdo. Una solución pacífica en Turquía afectará positivamente a todo Oriente Medio, especialmente a Siria”, subrayó.
La abogada continuó: “Los países que son retratados como campeones de la democracia son cómplices del crimen de aislamiento al guardar silencio. El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) no maneja el aislamiento de manera adecuada. El aislamiento y sus consecuencias deben explicarse al público. Cabe destacar que el aislamiento conduce a la guerra, la crisis, el estancamiento y la destrucción. Se debe formar la opinión pública y se debe instar a que funcionen instituciones como el CPT”.
Resistencia a la huelga de hambre
Salman comentó sobre la actual resistencia a la huelga de hambre: “En un período en el que la oposición y las fuerzas democráticas siguen siendo débiles, los presos intentan encontrar una solución a través de las huelgas de hambre. Las demandas de los presos deben aceptarse y hacerse visibles y deben tomarse las medidas necesarias antes de que surjan consecuencias irrevocables".