Los paramilitares en Colombia matan a dos adolescentes y a un conductor de autobús

El asesinato de ex guerrilleros de las FARC-EP y sus familias no se detiene en Colombia. La última víctima sólo tenía 15 años.

El hijo de 15 años de una ex guerrillera de las FARC ha sido asesinado en el caserío de la Quebrada del medio en la región de Ituango.

Se alega que los asesinatos del joven y de otras dos personas fueron llevados a cabo por miembros del Clan del Golfo.

Camilo Sucerquia, de 15 años, William Pérez, de 48 años, que trabajaba como conductor de un vehículo tipo escalera y Carlos Barrera, de 17 años, fueron asesinados a pocos kilómetros del Área Territorial de Educación y Reincorporación de Santa Lucía, Ituango, en el norte de Antioquia.

Camilo Sucerquia era hijo de la ex guerrillera de las FARC-EP en proceso de reincorporación, Nidia Sucerquia.
 
Según un comunicado emitido por el partido político de la FARC "Camilo Sucerquia (...) fue secuestrado, trasladado a un lugar por un grupo de personas. Esperaban un autobús conducido por William Pérez y en el que viajaba Camilo Barrera. Detuvieron el autobús, obligaron a Pérez y Barrera a bajarse del mismo y mataron a los dos, así como al joven Camilo".

Después del asesinato de su hijo, Nidia Sucerquia fue amenazada por los responsables del crimen, por lo que se marchó del municipio, según fuentes del partido de la FARC.

La Misión de la ONU en Colombia condenó el triple asesinato. Carlos Ruiz Massieu, Jefe de la Misión y Representante Especial del Secretario General de la ONU en el país, pidió al gobierno "medidas concretas y urgentes para proteger a la comunidad y a quienes siguen comprometidos con su proceso de reincorporación".