El régimen iraní ejecutó a los presos políticos kurdos Zanyar, Luqman Muradi y Ramin Hossein Panahi el 8 de septiembre, y no ha permitido que sus familiares recuperen los cuerpos. Los juicios fueron injustos, con acusaciones infundadas. Ahora, también ha salido a la luz que el método de ejecución iba en contra del sistema.

Se ha conocido nueva información sobre los últimos días de los 3 prisioneros kurdos antes de su ejecución, cuyos cuerpos siguen bajo custodia. Según el sitio web Hrana, un personal de la prisión anónimo dijo que, antes de llevarlos a la horca, golpearon a los 3 prisioneros. La fuente dijo que Hossein Panahi estaba especialmente malherido.

La fuente dijo: “Zanyar y Luqman Muradi fueron llevados a la ejecución con esposas y cadenas y se encontraron con Ramin Hossein Panahi. Al ver que casi se había desmayado, quisieron intervenir para defenderlo, pero el personal de la prisión, incluido Gulamraza Ziayi, Maqsoud Zulafli y Nadir Bagari, los atacaron".

La fuente dijo que Luqman y Zanyar Muradi fueron puestos en cuarentena el 7 de septiembre, práctica que va en contra del protocolo de la prisión antes de las ejecuciones. Este dicta que los condenados a muerte deben ser colocados en celdas.

El trabajador de la prisión dijo: "Las familias y los abogados de estos dos prisioneros no estaban seguros de si serían ejecutados o no", y añadió que los prisioneros fueron ejecutados 6 horas después de la última visita familiar, el 8 de septiembre a las 10:00.

La fuente dijo: "Incluso el director de la prisión de Rajai Shahr, Hasan Gobadi, no hizo la visita final y se negó a confirmar que las ejecuciones podrían ocurrir en cualquier momento".

La fuente de Hrana dijo que las ejecuciones fueron contra el sistema penitenciario iraní. Las horcas se instalaron fuera de los terrenos predeterminados para ellas, en los llamados "silos". Y que ocurrieron durante la tarde-noche, cuando suelen hacerse de madrugada. Además, el sistema informático de la prisión no tenía información sobre dónde fueron transportados por última vez los prisioneros. "Escuchamos que hubo una ejecución, pero desde que los oficiales de seguridad asumieron la ejecución, no hemos sabido dónde ocurrió exactamente", dijo la fuente.

Hay información contradictoria sobre dónde podría haber sido la ubicación de las ejecuciones. Las autoridades dicen que ocurrieron en Teherán, pero fuentes cercanas a la familia Muradi dijeron que los cuerpos de Luqman y Zanyar Muradi tenían una anotación sobre ellos que decía: "Ejecutadas en Rajai Shahr". Según las informaciones, la persona presente en las ejecuciones era un imán que da los sermones de los viernes en Mariwan y tiene conexiones con el aparato de seguridad iraní.

La fuente dijo: “Escuché de mis colegas que los prisioneros querían poner el lazo alrededor de sus cuellos por sí solos. Hubo una pelea cuando las autoridades no lo permitieron. Zanyar Muradi dijo que Hasan Gobadi les había prometido este derecho".