Hayrettin Yılmaz murió en la prisión de Afyonkarahisar. El preso, de 65 años, padecía un cáncer de pulmón y varias otras enfermedades y no recibió la atención médica adecuada mientras estaba detenido. Su familia fue informada de su muerte por teléfono por la dirección de la prisión por la mañana. Los familiares partieron hacia Afyonkarahisar para llevar el cuerpo a Siirt para su entierro.
El tratamiento médico de Hayrettin Yılmaz había sido suspendido en la cárcel debido a la pandemia. El sábado, la iniciativa "Libertad para los presos enfermos" de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) de Ankara había pedido su liberación inmediata, señalando que ya no puede cuidarse por sí mismo. A pesar de que le quedaba menos de un año de condena, se le denegó la suspensión de la misma. En la cárcel también contrajo tuberculosis y estuvo aislado durante mucho tiempo.