Mustafa Koçak llevaba 297 días en ayuno estricto demandando un “juicio justo” desde la prisión cerrada tipo T n.º 2 de Şakran. La Fiscalía ha anunciado hoy su muerte.

El joven fue sentenciado a cadena perpetua agravada sobre la base de una declaración secreta de un testigo.

Halkın Hukuk Bürosu ha declarado: “Nuestro cliente Mustafa Koçak ha caído mártir en el 297º día de su resistencia de huelga de hambre. Exigiendo el derecho a un juicio justo, Mustafa ha dirigido sus pasos a la inmortalidad por medio de su resistencia. Deben saber esto: el Estado ha asesinado a Mustafa por no escuchar a un testigo. Nos inclinamos con respeto ante su memoria”.

La hermana mayor de Koçak, Ayşe Koçak, hizo una declaración sobre la llamada telefónica con su hermano en sus redes sociales.

En esta publicación, Ayşe decía: “Desafortunadamente, la llamada telefónica que hacemos con Koçak no ha podido completarse. Mi hermano nos dijo que no podía seguir respirando y hablando. Ya sabéis que nos permiten escuchar 10 minutos de su voz dos días a la semana. Tampoco podemos seguir escuchándola.

Estamos llamando a la cárcel porque somos sus familiares, pero dicen que no nos informarán ni a nosotros ni a los abogados. Mustafa es nuestro hermano, nuestra familia. No le dejaremos con ustedes. Quieren que muera allí silenciosamente. Yo pregunto al Ministerio de Justicia: ¿está esperando a que Mustafá muera? ¿Por qué no está terminando el expediente? ¿No es su trabajo la justicia? ¿A quién sirve? En lugar de servir a la justicia, a la ley y a la humanidad, pone sus sucias manos sobre mi hermano, mi familia y mi gente. Deje de juzgar a la gente inocentemente y escuche la voz de Mustafá".