La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (ONU) en Damasco, publicó un informe sobre la situación actual en el noreste de Siria, en medio de la ofensiva militar turca que busca invadir la región.

El informe indicó que la operación militar iniciada por Turquía el 9 de octubre en Siria está teniendo un impacto humanitario significativo, y agregó que "Casi dos semanas después del inicio de las hostilidades, más de 176000 personas han sido desplazadas, incluidos casi 80,000 niños, y la infraestructura civil ha sido dañada críticamente".

Según el informe, aparte de la estación de agua de Alouk, las líneas eléctricas se han dañado y se informa que al menos cuatro instalaciones médicas fueron afectadas. En este contexto, las necesidades humanitarias se complejizan.

El informe señaló que “La estación de agua de Alouk, que atiende a más de 400000 personas en la ciudad de Al-Hassakeh y los campamentos de desplazados circundantes, ha estado fuera de servicio durante los últimos diez días. Un equipo de Media Luna Roja Árabe Siria (SARC), junto con expertos de las Direcciones de Agua y Electricidad, emprendieron esfuerzos de reparación. Se hicieron reparaciones temporales a la estación de agua y ahora se están utilizando generadores para suministrar agua segura a la población de la zona. Alrededor de la mitad de los afectados ahora tienen acceso, mientras que el resto tendrá acceso en las próximas horas y días".

"Estoy agradecido de que nuestros llamados para el acceso humanitario fueran exitosos y que los equipos pudieron restaurar el agua y evitar un problema humanitario más grave para los residentes en el área", dijo Imran Riza, Coordinador Humanitario y Residente de la ONU en Siria.

“Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los afectados por la crisis. Las Naciones Unidas y los actores humanitarios siguen comprometidos a permanecer y brindar asistencia humanitaria vital a las personas necesitadas en el noreste de Siria. Para hacerlo, necesitamos partes en el conflicto para garantizar un entorno seguro y poder continuar nuestro trabajo que salva vidas. Agradecemos cualquier esfuerzo realizado para reducir la situación. Dada la inestable situación en el terreno, la ONU continúa reiterando la necesidad de que todas las partes se aseguren de que los civiles, la infraestructura civil y los trabajadores humanitarios permanezcan protegidos y que los actores humanitarios tengan acceso seguro, sostenido y sin obstáculos a quienes necesitan asistencia”, agregó Riza.