Organizaciones de derechos humanos piden una solución a la cuestión kurda

Las organizaciones de derechos humanos pidieron al gobierno de Ankara que abandone su política de violencia y resuelva la cuestión kurda.

La Asociación de Derechos Humanos (IHD) promovió manifestaciones en numerosas ciudades de Turquía y del norte de Kurdistán con motivo del 75º aniversario de la Carta de Derechos Humanos de la ONU.

Las organizaciones pidieron al Gobierno turco que dé un paso democrático y civilizado para resolver la cuestión kurda, "madre de todos los problemas" de la región, a través del diálogo y la consecución de la paz social. Señalaron que para ello son indispensables el levantamiento del aislamiento de Abdullah Öcalan y el regreso a la mesa de negociaciones con él.

"Como defensores de los derechos, siempre hemos abogado por una solución democrática, pacífica y justa a la cuestión kurda. Insistimos en esto. Por lo tanto, queremos que los enfrentamientos cesen ahora mismo. Con el establecimiento de un entorno de no conflicto, es necesario que todas las partes desarrollen programas sinceros y eficaces para fortalecer y monitorear el estado de no conflicto y garantizar la paz social”, así lo expresó un comunicado leído en reuniones organizadas conjuntamente con organizaciones como la Fundación de Derechos Humanos de Turquía ( TIHV) y la Asociación Médica Turca (TTB) en ciudades como Estambul, Ankara, Izmir y Hatay.

Según IHD, la falta de voluntad para resolver la cuestión kurda se debe esencialmente a la falta de democratización en Turquía: "En lugar de insistir en hacer cumplir la doctrina estatal de "un pueblo, una lengua, una nación, una religión" para mantener el paradigma de una sociedad absolutamente homogénea, se necesita un cambio radical en la "política kurda". Esto incluye conceder al pueblo kurdo sus derechos, poner fin a la estigmatización, criminalización, persecución y exclusión "terroristas" de los kurdos y entablar un diálogo con ellos para una solución pacífica, política y justa a la cuestión kurda. La cuestión kurda aún sin resolver, que resulta de la negación de los derechos civiles y fundamentales, es un desafío democrático y de derechos humanos para Turquía con consecuencias de gran alcance para toda una región. Debe resolverse para cerrar el capítulo de la violencia. guerras y opresión en este país para siempre y para allanar el camino hacia un futuro democrático".