Kiyoumars (Keyûmerz) Latifi es una de las personas activas en el movimiento de derechos civiles de la sociedad civil en el Kurdistán oriental que trabajan para preservar, mantener y promover la cultura y la lengua kurdas. Este trabajo le costó la libertad. Hace tres semanas, este hombre de 41 años fue detenido durante una redada en su casa de Sine (Sanandaj). Mientras tanto, se encuentra en una prisión del Ministerio de Inteligencia iraní en la ciudad. Hasta ahora ni siquiera se ha respondido a la pregunta básica: ¿por qué fue detenido?
Varios medios de comunicación informaron de que Latifi era supuestamente sospechoso de "colaborar con un grupo kurdo". Esta es la acusación más habitual que hace el régimen de Teherán contra los disidentes para silenciar a la oposición. En el caso de Latifi, sin embargo, no se ha confirmado ni desmentido hasta ahora. De todos modos, el arresto y la posterior detención del hombre se produjeron sin una orden judicial.
Durante semanas, los familiares han estado preocupados por la vida y la seguridad de Kiyoumars Latifi. El activista es profesor de profesión y lleva más de doce años enseñando kurdo en Sine. Debido a este compromiso, permaneció bajo custodia del servicio de inteligencia iraní durante tres meses en 2019. En ese momento, la acusación concreta era oficialmente "cooperación con un partido de la oposición kurda". Por ello, Farid Latifi ha lanzado ahora una campaña de firmas en Change.org para crear atención internacional para su padre. La petición está dirigida a la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, que el activista, que vive exiliado en Alemania, quiere que intervenga en favor de Kiyoumars Latifi.
Las autoridades iraníes también tienen en su punto de mira a las tres hermanas de Kiyoumars Latifi. La casa de una de ellas también fue asaltada por las fuerzas de seguridad y todas fueron supuestamente amenazadas con agresiones sexuales. Según la petición, también se han congelado las cuentas bancarias de la familia Latifi. Además, Farid Latifi afirma que está recibiendo amenazas de muerte. Los remitentes de los mensajes son desconocidos, pero llegan directamente a su teléfono móvil a través de SMS. El activista pide que se participe en la campaña de recogida de firmas para dar amplia publicidad a la suerte de su padre.
La petición para la liberación de Keyûmerz Latifi puede firmarse en el siguiente enlace: