Se deja morir al preso gravemente enfermo Sıddık Güler
Un preso gravemente enfermo de 82 años es abandonado a su suerte según su familia, que explica que acudió a la última visita agarrándose a las paredes.
Un preso gravemente enfermo de 82 años es abandonado a su suerte según su familia, que explica que acudió a la última visita agarrándose a las paredes.
La situación de Sıddık Güler, de 82 años de edad, que fue deportado de la prisión cerrada de tipo T de İskenderun a la prisión cerrada de tipo R de İzmir hace dos meses, y que está en la lista de “presos gravemente enfermos” de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), empeora día a día.
Debido al Eid al-Fitr, la familia de Sıddık Güler realizó el jueves una visita abierta en la cárcel. Ayşe Güler, hija de Sıddık Güler, dijo que su padre padece muchas enfermedades y no recibe tratamiento. También dijo que su condición está empeorando.
Ayşe Güler dijo que su padre, que necesita ayuda constantemente, fue aislado en una sala de tres personas y que aún no ha recibido tratamiento médico. La hija de Sıddık Güler dijo que tuvo dificultades para establecer un diálogo con él debido a que ha permanecido solo durante mucho tiempo. Güler también señaló que su padre olvida las cosas mucho más rápido que antes.
Güler dijo que su padre llegó a la zona de visita agarrándose a las paredes. También explicó que su padre tenía que comprar agua potable, y por lo tanto el dinero enviado por la familia se agotaba en poco tiempo. Güler recordó que su padre sufrió de Covid-19 dos veces antes en la prisión de Iskenderun.
Durante la visita, Sıddık Güler le dijo a su hija que tenía dificultades para caminar y que no es capaz de permanecer de pie.
Ayşe Güler pidió sensibilidad al público y a las organizaciones de derechos humanos.