El partido KDP gobernado por Barzanis es conocido como un títere del fascismo turco en la región del Kurdistán de Irak. Muchos activistas y trabajadores de los medios kurdos se encuentran en las mazmorras del partido en el sur de Kurdistán (norte de Irak). Ha llegado a la prensa una carta de un preso cuyo nombre no publicamos por motivos de seguridad. El preso político, que lleva encarcelado unos dos años y medio, denuncia condiciones carcelarias catastróficas y falta de atención médica. Los prisioneros también están siendo presionados por miembros del consulado turco. Entre otras cosas, se les amenaza con tener que cumplir el resto de sus condenas en Turquía.

"Condiciones dramáticas en Duhok"

La carta informa sobre la situación de diez prisioneros. En particular, la situación de ocho presos en Duhok es extremadamente dramática. La carta afirma que ni siquiera los animales se mantienen en tales condiciones.

"En una celda de aislamiento de dos metros cuadrados"

Uno de los prisioneros fue condenado a seis meses después de su arresto y a ocho años más después de cumplir su condena. Otro preso, que lleva cinco años encarcelado, se encuentra en una celda de dos metros cuadrados sin luz natural. Hace un calor abrasador en verano y un frío glacial en invierno. A este prisionero se le niega cualquier comunicación o tratamiento. Quieren que muera, dice la carta. Según los informes, él y otra de las personas descritas se encuentran en muy mal estado de salud.

La carta también describe una antigua práctica del KDP: "Los prisioneros políticos kurdos son trasladados a bloques con yihadistas del ISIS. Esto pone en peligro directo la vida de los prisioneros".

"Tortura como en los años 80 y 90 en Turquía"

El contenido de la carta es alarmante: "La tortura física y psicológica practicada bajo custodia policial y en los calabozos es una copia exacta de las acciones del Estado turco en las décadas de 1980 y 1990. Es imposible no ver que estas técnicas y métodos son los mismos". En las décadas de 1980 y 1990, innumerables presos fueron torturados hasta la muerte en las cárceles turcas; los malos tratos graves, la tortura sexual, las descargas eléctricas y la humillación sistemática estaban a la orden del día.

El prisionero afirmó que se pidió a funcionarios del consulado turco que se reunieran con ellos, especialmente después de la reciente visita del Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, y que rechazaron las ofertas durante la reunión.