Continúa la huelga de hambre indefinida y alterna que iniciaron los presos políticos el 4 de octubre en la cárcel de alta seguridad de Ereğli en Konya, Bakur, contra las violaciones de derechos y las condiciones de aislamiento en prisión.
Uno de los allí detenidos, Yakup Brukan, natural de Rojhilat, se prendió fuego el 28 de octubre para protestar por las graves condiciones de aislamiento. Además, ahora se ha sabido que desde el 16 de noviembre los presos Faik Budak, Fatih Baran y Remzi Akyürek han convertido su huelga de hambre en un ayuno de muerte.
Los abogados de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), la Asociación de Derechos Humanos (İHD) y la Asociación Çukurova de Asistencia a las Familias de Detenidos y Condenados (Çukurova TUAY-DER) visitaron la administración de la prisión y a los detenidos el 11 de noviembre y prepararon un informe. En el informe se recogen algunos datos sobre la reunión del comité de abogados con la administración penitenciaria: “El director de la prisión declaró que la cárcel tiene una capacidad de 480 personas. Actualmente hay 200 presos. Hay 45 celdas triples, mientras que el resto de las celdas son individuales”.
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