Un preso político encerrado en la prisión de máxima seguridad de Ereğli, en la provincia central de Anatolia, Konya, se ha prendido fuego en protesta por las condiciones de la cárcel. El hecho fue denunciado por un compañero de prisión. Según el informe, el implicado es Yakup Brukanli, un kurdo de Irán. Se dice que ha resultado gravemente herido en la autoinmolación, pero no se dispone de información exacta sobre su estado exacto.

En Ereğli, probablemente cuarenta presos se encuentran actualmente aislados en celdas de aislamiento. Los presos han iniciado una huelga de hambre contra el acoso y los malos tratos en la prisión de alta seguridad, que se alterna cada diez días.

Tal y como contó el preso Ibrahim Sütcü a su familia por teléfono, Brukanli habría sido sancionado con un mes de prohibición de visitas y de comunicación por resistirse a un humillante cacheo al desnudo. Sütcü dijo que los presos políticos están alojados en celdas de aislamiento desde el 23 de agosto: “Inicialmente había treinta personas en huelga de hambre, ahora sabemos de cuarenta personas. Quizá haya más. No podemos determinar el número exacto. Estamos aislados unos de otros en celdas de aislamiento y sólo tenemos una hora de patio al día. Incluso cuando estamos en el patio, no podemos hablar entre nosotros. Todas las actividades sociales se cancelan. Los delincuentes de mayor peligrosidad están alojados junto a nosotros, nos molestan. Nuestra huelga de hambre de diez días continúa. Cuando exigimos que nos trasladen a celdas para tres personas, la dirección de la cárcel puso como condición la ‘ley del arrepentimiento’. Quieren que cometamos traición”.

Su compañero de prisión Yakup Brukanli, de Rojhilat, se prendió fuego en protesta por el duro aislamiento. Sütcü continuó: “Sólo sabemos que su estado es crítico, pero no tenemos noticias de él. Continuaremos nuestra huelga de hambre y resistiremos hasta que se cumplan nuestras exigencias”.

Según Sütcü, los presos en huelga de hambre exigen información inmediata sobre el estado de Yakup Brukanli. Otras reivindicaciones son la agrupación de los presos políticos, la prolongación del tiempo de patio, el fin de los malos tratos por parte del personal penitenciario y un alojamiento separado para los delincuentes de mayor peligrosidad.

Sütcü ha hecho además un llamamiento a las organizaciones de derechos humanos y a los políticos y políticas para que visiten la prisión e investiguen in situ las condiciones de la misma.