Violaciones de derechos en las cárceles de Van y Türkoğlu

Aydın Çubukçu es un preso de Van. No ha sido liberado a pesar de tener una discapacidad del 82%. En la cárcel de Türkoğlu, los presos no reciben agua caliente.

Aydın Çubukçu, de 62 años de edad y enfermo, está preso en la prisión cerrada de alta seguridad tipo F de Van. Çubukçu, que lleva casi 30 años encarcelado tras la condena de 36 años de prisión que se le impuso, ha explicado los problemas de salud que padece en una carta.

Señalando que no ha podido reunirse con su familia, que vive en Batman, durante años, Çubukçu cuenta que desarrolló muchas enfermedades crónicas durante su largo cautiverio.

Haciendo hincapié en que su vida se ha convertido en una tortura, Çubukçu dice que tiene enfermedades como “hepatitis B crónica, hipertensión, quiste cerebral, postatitis, EPOC, úlcera de estómago-reflujo-gastritis, vértigo”, además de haber perdido la visón en el ojo derecho y un 50% de la misma en el ojo izquierdo.

Çubukçu ha escrito: “Los informes que surgieron como resultado de mis últimos exámenes en el Hospital Yüzüncü Yıl de Van fueron revisados por la Junta de Salud del hospital y se decidió por unanimidad que tenía una discapacidad del 82%”.

Maras

Baran Gül, uno de los presos de la cárcel cerrada tipo L de Türkoğlu en Maraş, ha hablado de las violaciones de derechos en la llamada telefónica semanal con su familia.

Afirmando que no les dan agua caliente y que a los que no recibían la doble vacuna del Covid-19 no se les permitía tener visitas, Gül ha agregado que las visitas se limitan a 20 minutos y que sufren una gran presión.