En una declaración escrita, la CGT (Unión General de Trabajadores) de Francia rechaza que se trate el asesinato de tres activistas kurdos el 23 de diciembre como un ataque "racista".
Denunciando que el ataque tuvo lugar en el momento de una reunión en el Centro Cultural Kurdo para discutir los preparativos de la acción para conmemorar la masacre del 9 de enero de 2013, la CGT señala que Evin Botan (Emine Kara), una de las líderes del movimiento de mujeres kurdas, era el objetivo.
La CGT cuestiona además el tratamiento de los asesinatos como un "ataque racista", y ha hecho los siguientes llamamientos:
"-Los asesinatos del 23 de diciembre de 2022 deben ser tratados como atentados terroristas y la investigación debe correr a cargo de la fiscalía nacional especializada en terrorismo,
-Eliminación por los servicios secretos franceses del Secreto de Estado, que se opone a la justicia, para revelar a los que ordenaron los asesinatos de 2013,
-Identificación y procesamiento de quienes dieron la orden, sea cual sea su nivel de responsabilidad, en suelo francés;
-Conceder el estatuto de refugiado político a los kurdos y a las kurdas que se vieron obligados a exiliarse;
-Proteger los lugares de reunión de la comunidad kurda, no mantenerlos bajo vigilancia,
-Disolución de los movimientos que hagan apología del odio, el racismo y la violencia, dentro o fuera de Francia, y procesamiento de sus dirigentes si son declarados culpables de incitar al odio o alterar el orden público."