El Tribunal Regional Superior de Múnich condenó el viernes al político kurdo Tahir Köçer a una pena de prisión de dos años y cinco meses por pertenencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El tribunal llegó a la conclusión de que el hombre de 59 años fue el jefe de zona del PKK en el área de Núremberg y el jefe de región de Baviera desde principios de julio de 2021 hasta su detención en diciembre de 2022. La condena por "pertenencia a una organización terrorista en el extranjero" se llevó a cabo de conformidad con los artículos 129a/b del Código Penal.
El 22 de diciembre de 2022, la policía registró dos apartamentos privados y el Medya Volkshaus en Núremberg, así como un tercer apartamento en Hannover. Detuvieron a Tahir Köçer en Nuremberg. Hasta el 8 de enero de 2024 no se inició la vista principal contra él ante el Tribunal Regional Superior de Múnich.
Tahir Köçer es ex copresidente de la Confederación de Sociedades Mesopotámicas de Alemania (KON-MED), la mayor organización de organizaciones kurdas de la República Federal, y miembro del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK), el parlamento kurdo en el exilio. Es padre de cinco hijos.
El político Nursel Aydoğan y el copresidente de KON-MED Ruken Akça estaban entre los asistentes a la audiencia.
Abogado Brenner: Criminalización política
El abogado de Tahir Köçer, Michael Brenner, ha declarado: "Este veredicto demuestra una vez más que los tribunales no están dispuestos a poner fin a la persecución penal de los activistas kurdos en Alemania. Una persecución que es posible sobre todo gracias a la autorización de procesamiento del Ministerio Federal de Justicia. Ésta debe ser finalmente derogada por el gobierno y, si esto no ocurre, correspondería a los tribunales dejar de verse obligados por ella".
En cuanto a la justificación oral de la sentencia, el abogado dijo: "El encarcelamiento del Sr. Köçer en Turquía, las torturas que padeció, los numerosos miembros de su familia asesinados por el Estado turco, se destacaron especialmente y se tuvieron en cuenta para atenuar la condena, pero lo esencial es que un político kurdo fue condenado a casi dos años y medio de prisión por cosas como recoger donativos, organizar reuniones o redactar informes. Esta criminalización política es posible gracias al artículo 129b del Código Penal y a la autorización para perseguir al PKK".