Los jóvenes kurdos organizaron una protesta frente a la sucursal de Amnistía Internacional en París. Los jóvenes protestaban por la entrega de los restos de Hakan Arslan, asesinado por el Estado turco en Sur (Amed) el 2 de diciembre de 2015 durante la lucha por el autogobierno, a su padre en una bolsa. La familia de Hakan Arslan llevaba 7 años buscando los restos de su hijo.
Los jóvenes de París pidieron a Amnistía Internacional que denunciara los crímenes inhumanos cometidos por el Estado turco en el Kurdistán.