La campaña Peace in Kurdistan ha escrito al secretario de Estado para Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab: “Estamos profundamente preocupados por la situación de los presos políticos en Turquía. Es de vital importancia que no permitamos que la acelerada propagación del coronavirus en todo el mundo sirva para encubrir nuevas violaciones contra los que están en prisión, en particular los que están allí simplemente por expresar opiniones pacíficas”.
La carta recuerda que el gobierno turco “está comprometido en la preparación de una ley que resultará en la liberación de hasta 100.000 prisioneros. Si bien esto parece ser un paso progresivo, sigue existiendo un peligro real de que los presos políticos no sean incluídos en la amnistía propuesta. Esto sería una situación terrible. La propagación del coronavirus en las prisiones tendría un resultado mortal para muchos, especialmente para los presos más mayores y los que tienen problemas de salud. Los riesgos para estos presos, que no han cometido ningún crimen reconocido internacionalmente, se verían exacerbados por el hacinamiento y las condiciones insalubres en las que se encuentran. Nos preocupa que la continuación del encarcelamiento en estas condiciones equivalga a una posible sentencia de muerte”.
La carta añade: “Como grupo de campaña pro-kurda, estamos especialmente preocupados por la salud y el bienestar de Selahattin Demirtas, quien ha reportado una condición cardíaca. También nos preocupa el bienestar de Abdullah Öcalan, el líder del pueblo kurdo en Turquía, quien tiene más de 70 años. Ellos, junto con todos los demás presos políticos, no deberían estar en la cárcel, pero la situación exige ahora una atención inmediata a la luz de la amenaza que representa el coronavirus”.
Peace in Kurdistan hace un llamamiento al secretario de Estado para Relaciones Exteriores británico para “plantear estas cuestiones con urgencia a sus contrapartes en Turquía y en otras partes del mundo donde los presos políticos corren ahora un riesgo especial”.