En Roboski, se celebró una ceremonia de conmemoración de las víctimas de la masacre cometida por el estado turco hace ocho años. El 28 de diciembre de 2011, 34 civiles fueron asesinados cerca de la aldea de Roboski (Ortasu) en el distrito de Qilaban (Uluere) de Şırnak en un ataque aéreo del ejército turco. 19 de las víctimas eran menores de edad. Solo cuatro personas sobrevivieron al ataque con heridas graves.
Al acto asistieron numerosos políticos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y representantes de asociaciones de la sociedad civil como DTK (Congreso de la Sociedad Democrática) y HDK (Congreso Democrático de los Pueblos). Los invitados llegaron en un largo convoy de vehículos y fueron detenidos por la policía varias veces en el camino. Tanques y vehículos blindados se colocaron en la entrada de la aldea. Una gran fuerza militar siguió a los participantes al cementerio, donde fueron recibidos por los aldeanos.
La conmemoración comenzó con un minuto de silencio y oraciones juntos. Luego se dieron discursos.
El ex diputado del HDP, Ferhat Encü, quien perdió a su hermano y otros 26 familiares en la masacre, recordó que nadie ha sido responsable de la masacre todavía.
Su colega del grupo parlamentario, Gülistan Kılıç Koçyiğit, quien también es co-portavoz del HDK, declaró: "Los kurdos conocen muchas lamentaciones, pero ninguna de ellas es suficiente para Roboski. Ni los comandantes ni los ejecutores han sido arrestados por este crimen".
La copresidenta del HDP MP y DTK, Leyla Güven, dijo: "Hoy Roboski está en todas partes. Las madres deben saber que el duelo no solo está aquí, sino también en todo el Kurdistán".
El presidente del HDP, Sezai Temelli, tomó la palabra y dijo lo siguiente: "¿Por qué se llevó a cabo Roboski? Porque nadie fue llevado a rendir cuentas por las masacres anteriores. Y porque nadie ha sido llamado a rendir cuentas por esta masacre, este país está viviendo en un estado de vergüenza. Los gobernantes están tratando de mantenerse en el poder al continuar su hostilidad hacia los kurdos. Ellos niegan cada masacre que cometen, pero la negación de la masacre de Roboski es probablemente la más inmoral".
Según el copresidente del HDP, es crucial para el logro de la paz y la democracia en Turquía hacerlos responsables de las masacres.
Después de los discursos, la conmemoración concluyó con la colocación de claveles en las tumbas.