Las mujeres yezidíes, muestran una gran resistencia a no abandonar sus tierras, son quienes se ganan la vida con su trabajo, reconstruyen Shengal.
Delal Hesen es del pueblo de Behrava. Durante el genocidio cometido por ISIS contra ellas, se instaló en Xanesor. Después de vivir allí por un tiempo, decidió regresar a su pueblo para rehacer su vida.
“Luchamos por la vida trabajando. La vida en Shengal mejora cada año. Llevamos dos años plantando pepinos. También criamos ovejas. Ya que estamos en nuestra propia tierra, esto es suficiente para nosotras”, dijo Delal.
Al enfatizar que Shengal solo se volverá más hermoso con los esfuerzos de sus pobladores, Delal explicó: “Las yezidíes que viven en la región de Kurdistán dicen que Shengal no es hermoso y que no hay oportunidades laborales. Esto no es verdad. La gente puede reconstruir el lugar donde vive. No puedes esperar que alguien haga esto por ti. Deberíamos trabajar para reconstruir nuestras vidas”.
“La situación en Shengal no es diferente –agregó-. Si no trabajamos para reconstruir Shengal, nadie lo reconstruirá. Las yezidis deben dejar de huir y no vivir en la patria de otras personas. Shengal es nuestra patria. Teníamos cuatro casas y fueron destruidas por ISIS. Pero nunca nos rendimos en nuestra patria”.
Delal afirmó que para las y los yezidíes, “nuestra tierra es nuestro hogar”. Por eso, pidió a los pobladores que regresen a Shengal: “Cuanto antes regresen, mejor para ellos. No deberían aceptar la presión sobre ellos, porque los yezidíes nunca aceptan doblegarse. Estamos con nuestra resistencia y siempre estaremos aquí”.
FUENTE: Evin Zenda / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina