Bajo el gobierno del AKP en Turquía, los derechos de las mujeres, conquistados tras muchos años de lucha, han ido siendo usurpados uno a uno. Las identidades, reivindicaciones y problemas de las mujeres se han hecho invisibles y se han quedado sin resolver porque, según la mentalidad del AKP, "el lugar de la mujer está en la casa".

El AKP, que excluye a las mujeres de la política y de los mecanismos de toma de decisiones, pretende aislar a las mujeres políticas de la sociedad mediante detenciones. Aunque el número de mujeres en el Parlamento es uno de los más altos de la historia de Turquía gracias a la política de representación igualitaria del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), el 83% de los diputados son hombres y el 17% mujeres. En los gobiernos locales, la representación femenina es mucho menor. Gracias al sistema de co-presidencia implantado por el HDP en las elecciones locales, la representación de las mujeres, que no llegaba al 1%, alcanzó el 3,5%.

Muchas políticas permanecen presas

El Partido de la Izquierda Verde (Yeşil Sol Parti, YSP) es el que cuenta con mayor número de candidatas en las elecciones que se celebrarán el 14 de mayo. Muchas de las mujeres del HDP que trabajaron duro y lucharon para garantizar esta alta representación y para proteger los derechos de las mujeres en las calles y en el Parlamento están actualmente en prisión. Hay una gran violencia y presión contra las activistas de la lucha de las mujeres, especialmente contra Tevgera Jinên Azad (Movimiento de Mujeres Libres, TJA).

Algunas de las políticas que siguen en prisión son las siguientes:

* Ayşe Gökhan (portavoz del TJA)

* Leyla Güven (co-presidenta del DTK)

* Pero Dündar (diputada)

* Gültan Kışanak (co-alcaldesa del municipio metropolitano de Amed)

* Figen Yüksekdağ (co-presidenta del HDP)

* Sabahat Tuncel (co-presidenta del DBP)