Las mujeres salen a la calle por Garibe Gezer y Aysel Tuğluk

Cientos de activistas de la plataforma ‘Las mujeres juntas son fuertes’ salen a la calle en Estambul para protestar tras la muerte de la presa política kurda Garibe Gezer en una cárcel de máxima seguridad de Turquía.

Cientos de activistas de la plataforma ‘Las mujeres juntas son fuertes’ con sede en Estambul salieron a la calle el viernes por la noche para denunciar la forma en que la justicia turca ha tratado a las presas políticas.

“No estamos tristes, sino enfadadas. Nuestra rabia se dirige a este Estado y a su esencia patriarcal, en la que un poder judicial y una justicia vengativa operan como instrumento de la clase dominante para castigar a las mujeres”, declaró Feride Eralp, de la plataforma.

Garibe Gezer fue detenida en 2016 por no salir de la ciudad kurda de Dargeçit tras la declaración del toque de queda en diciembre de 2015. Fue condenada a cadena perpetua agravada, que, según el derecho penal turco, se cumple hasta la muerte. El jueves por la noche, la joven de 28 años fue encontrada muerta en una celda de aislamiento. Según las autoridades penitenciarias, se suicidó. Para sus familiares, su abogado y las organizaciones de derechos humanos, la tesis del supuesto suicidio no es segura.

“Las cárceles de este país ya no son lugares donde se castigan los delitos. Más bien son campos de internamiento cuya función es vengarse políticamente de toda la gente que lucha, recurriendo a la violencia y la tortura. Las mujeres somos las principales afectadas”, dijo la activista Feride Eralp. La plataforma ‘Las mujeres juntas son fuertes’ tenía previsto inicialmente hacer una declaración pública frente a la Ópera Süreyya de Kadiköy, pero la policía rodeó la concentración e impidió que leyeran el comunicado. Entonces las mujeres organizaron una breve marcha por la parte asiática de la ciudad.

Aysel Tuğluk, abogada y política encarcelada en Turquía desde hace cinco años, necesita cuidados y no puede permanecer en prisión porque padece demencia. Sin embargo, no es liberada. Feride Eralp describió la negativa de conceder la libertad condicional a Tuğluk como una “clara expresión de racismo antikurdo. Nuestra amiga Aysel Tuğluk fue expuesta a diversos ataques por parte del Estado racista, sexista y militarista por haber defendido los logros de las mujeres a lo largo de su vida y haber tenido el valor de rebelarse contra la dominación masculina y la violencia estatal patriarcal. No dejaremos de luchar por ellas. Del mismo modo, trabajaremos para identificar a los responsables de la muerte de Garibe Gezer y haremos que rindan cuentas”.