El Estado turco se basa desde hace tiempo en una síntesis de islamismo y fascismo. Parte de esta política consiste en permitir el acceso de las autoridades y las instituciones religiosas a la esfera familiar. Ahora, el Ministerio de Familia y Servicios Sociales, controlado por el partido islamista AKP, en el poder, ha publicado un documento de perspectivas y un plan de acción «para proteger y fortalecer la familia». El plan de acción anunciado por la ministra de Familia, Mahinur Özdemir Göktaş, incluye un sistema de vigilantes por bloques. Cada edificio tendrá un «asesor familiar para la orientación religiosa y la información espiritual».

El trabajo de los asesores se centrará en una evaluación de los «riesgos sociales». Estos «asesores» proceden de las llamadas organizaciones de la sociedad civil. En el pasado, las sectas islamistas o las asociaciones de extrema derecha realizaban tareas similares. Las organizaciones de mujeres y la sociedad civil advierten de que este proyecto viola el laicismo y la libertad individual y promueve la discriminación social y la violencia contra las mujeres.

Tülin Osmanoğulları, representante de la plataforma «Stop Femicidios» en Esmirna, ha declarado al diario Yeni Özgur Politika que el régimen ha construido alianzas misóginas con las elecciones de 2023 y desde entonces ataca con más fuerza los derechos de las mujeres a todos los niveles. Por ejemplo, miembros del partido islamista Hüda Par entraron en el Parlamento con la candidatura del AKP. Un partido que, con su organización predecesora Hezbolá [sin vínculos con la milica libanesa], está implicado en innumerables asesinatos y torturas al estilo de ISIS.

Tülin Osmanoğulları dijo: «El gobierno intenta culpar de su propia derrota a la sociedad. Nombró a un administrador para Hakkari (Colemêrg) y aprobó una ley sobre la matanza de animales callejeros. Ahora, en un país donde la violencia contra las mujeres y la violencia sexual contra los niños han aumentado significativamente, ha publicado un documento de perspectivas y un «plan de acción para proteger y fortalecer la familia». Quiere abrir centros de orientación religiosa y ofrecer asesoramiento religioso y espiritual a las familias. De este modo, se quiere hacer hincapié en el poder absoluto del hombre en la familia haciendo referencia a fuentes religiosas. La idea es transmitir que es un error defenderse de los hombres y de su violencia».

«Ya no hay una familia que fortalecer»

Osmanoğulları continuó: «Las mujeres son asesinadas en su mayoría como resultado de la política familiar del gobierno por hombres de los que quieren divorciarse o separarse. Los hombres a los que se les ha dado un poder incontrolado ahora no sólo matan a mujeres, sino incluso a sus propios hijos. En otras palabras, ya no hay una familia que fortalecer. Las políticas orientadas a la familia o los centros de orientación religiosa no resuelven el problema, sino que sólo conducen a un aumento de los asesinatos, la violencia contra las mujeres y la violencia sexualizada contra los niños. Podemos verlo muy claramente en los resultados de nuestras encuestas mensuales. La política del gobierno se ha convertido en un problema social muy grave. No aceptamos esta política. No renunciamos a nuestros derechos, libertad e igualdad. Continuaremos nuestra lucha hasta que se aplique efectivamente la Ley nº 6284, destinada a proteger a las mujeres».

La Ley nº 6284 regula la protección de las mujeres y el castigo de los agresores, incluyendo una orden de alejamiento para los autores de violencia y medidas de protección para las víctimas. Define medidas que van desde el apoyo material a una nueva identidad para las mujeres. El AKP y sus socios de coalición han planteado repetidamente la abolición de esta ley.

«Se trata de desordenar la sociedad»

Rojbin Bor, activista del movimiento de mujeres TJA, señaló que la ampliación de los «servicios de asesoramiento religioso y espiritual» para las familias pretende moldear la sociedad sobre la base de determinados valores religiosos y culturales y debilitar cada vez más su estructura pluralista.

Bor dijo: «Esta práctica conducirá a una mentalidad de Sharia como en Irán, donde el asesinato de mujeres se justifica sólo porque se ve un mechón de pelo. Somos conscientes de que estos planes de acción no son más que la preparación de un régimen de sharia. Se está intentando preparar a las mujeres para un nuevo sistema de Sharia y convencerlas de ello. Al instrumentalizar la religión, ya se ha convencido a la sociedad del hambre, la pobreza, las privaciones, la miseria e incluso la muerte. No sólo eso, Turquía, que ocupa el último lugar del mundo en cuanto a derechos de la mujer, en lugar de proteger el derecho de la mujer a la vida, se ha centrado en los últimos diez años en crear una mujer sumisa, que acepta y obedece a los hombres, y en destruir como brujas a quienes no se ajustan a esta definición.»

«Se están fomentando los crímenes de odio y los pogromos»

«En este país hay millones de personas de otras religiones y confesiones. Esta situación provocará desigualdad y discriminación contra personas de distintas confesiones y causará malestar social. Esto, a su vez, llevará a que el gobierno vuelva a fomentar los crímenes de odio y los pogromos, de los que ya ha habido ejemplos en el pasado. La paz social seguirá deteriorándose a medida que se intensifique el conflicto entre valores laicos y religiosos. Por tanto, para preservar una estructura social laica y pluralista, hay que estar alerta y oponerse a este tipo de políticas. Es importante que los activistas de los derechos de la mujer, las organizaciones de la sociedad civil y todos los grupos relevantes asuman un papel activo en la promoción de la igualdad de género y los derechos humanos. Si se aplican estas políticas, deben tomarse medidas para proteger la igualdad de género y los derechos de la mujer. Tales políticas deben evaluarse cuidadosamente para garantizar que no perjudican la paz social», concluyó Bor.

Fuente: Yeni Özgur Politika