En una declaración conjunta, las firmantes expresaron:
"Estamos viviendo un proceso histórico en el que se está configurando un nuevo sistema mundial. En la Primera Guerra Mundial, esta reconfiguración implicó la construcción de los Estados-nación en Oriente Medio y la división del Kurdistán. Un siglo después, hemos entrado en una nueva etapa de transformación que conlleva el colapso de esos Estados. Quienes han provocado esta caída han sido las luchas por la libertad de nuestro pueblo, que ha vivido bajo ocupación y genocidio durante cien años, enfrentando inmensos sufrimientos".
La declaración añadía:
"Gracias a su fidelidad a la libertad y a su lucha incesante, el pueblo kurdo ha logrado derribar el sistema de ocupación y genocidio. Sin embargo, en este momento histórico se presentan tanto grandes peligros como grandes oportunidades para alcanzar la libertad.
Durante la Primera Guerra Mundial, al igual que otros pueblos, los kurdos también aspiraban a construir un Estado, y se trazaron fronteras, pero los dirigentes kurdos se centraron únicamente en los límites de sus propias regiones y no avanzaron hacia la unidad. El resultado fue la división en cuatro partes mediante el Acuerdo de Lausana y la pérdida de la patria. Por ello, para que este nuevo período concluya con una victoria para el pueblo kurdo, es indispensable alcanzar la unidad nacional. Si no se logra, nuestro pueblo no perdonará la ausencia de voluntad política. Para nosotras, las mujeres kurdas, la unidad nacional está estrechamente vinculada al significado de la libertad y la dignidad".
La declaración continuaba:
"Un Kurdistán colonizado es consecuencia directa de la colonización de los cuerpos de las mujeres. Durante estos cien años, las mujeres kurdas han sufrido una colonización brutal, marcada por la violencia, las masacres y los secuestros. El colonialismo es un problema profundamente ligado a la opresión de las mujeres, y la primera condición para alcanzar su libertad es liberarse del colonialismo. La división del pueblo sustenta la continuidad del colonialismo, por lo que esa división es también una cuestión de dignidad para las mujeres. La forma principal de erradicar las causas de la violencia y la esclavitud de las mujeres es mediante la unidad del pueblo kurdo y la acción conjunta. Por eso, para nosotras, la unidad nacional es una lucha por la libertad".
Sobre esta base, 24 organizaciones de mujeres y partidos políticos de las cuatro partes del Kurdistán se han reunido bajo el nombre de Asamblea de Unidad Nacional de Mujeres Kurdas, con el objetivo de desarrollar y construir dicha unidad.
Los contenidos y decisiones fundamentales de este encuentro fueron los siguientes:
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"No entendemos la unidad del pueblo solo como la unión de partidos políticos, sino que la impulsaremos a través de la organización democrática y la unidad política democrática.
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La unidad nacional debe desarrollarse en todos los sectores de la sociedad: economía, política, cultura, educación, derecho, municipios, parlamentos y sindicatos culturales.
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Se organizará cada año un Festival de Mujeres Kurdas en una parte del Kurdistán.
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Se creará una red de cooperación colectiva para los niños y niñas víctimas de la guerra y la pobreza en las cuatro partes del Kurdistán.
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En breve se celebrará una conferencia de mujeres kurdas a nivel nacional.
Para implementar estas decisiones, nos organizamos bajo el nombre de Plataforma de Unidad de Mujeres Kurdas".
El llamamiento de la Plataforma a todas las mujeres kurdas fue el siguiente:
"Llamamos a todas las mujeres políticas, movimientos y organizaciones de mujeres del Kurdistán y la diáspora a participar en esta plataforma. ¡Unámonos! Juntas construiremos la unidad nacional como expresión del deseo de libertad, de una mentalidad igualitaria y como una gran misión para defender la patria y al pueblo.
En un Kurdistán sin unidad nacional, no es posible una política ni una lucha victoriosa. La historia nos lo ha demostrado. Es necesario que las mujeres kurdas y todo el pueblo kurdo hagan realidad la unidad nacional esta vez. De lo contrario, cada división será una vía para perpetuar el colonialismo y perder oportunidades. Debemos realizar la unidad nacional: entonces, la libertad del Kurdistán y el estatus de las mujeres libres brillarán en nuestra tierra como el sol. ¡Unámonos para hacer que este sol se levante sobre nuestro país!"
El llamamiento de la Plataforma a los partidos y organizaciones políticas del Kurdistán fue el siguiente:
"La unidad nacional es, al mismo tiempo, el desarrollo de la democracia kurda. La división proviene de la incapacidad de avanzar en dicha democracia. La unidad consiste en que diferentes actores se reúnan, reconozcan problemas comunes y busquen soluciones conjuntas.
Ha llegado el momento de realizar el pensamiento común del pueblo kurdo. El destino del pueblo kurdo y de las mujeres kurdas no debe seguir siendo el dolor y la opresión derivados de la división. Llamamos a cada persona a actuar con nobleza, a entregarse con compromiso a la unidad nacional, a no limitarse. Como mujeres y hombres kurdos libres, como pueblo libre, merecemos vivir en unidad, con libertad e igualdad".