Rojîn Efrîn (Mizgîn Mamo), nacida en 1992 en el distrito de Bilbil de Afrin, creció en una familia patriótica. En 2013, Rojîn fue testigo de la emocionante creación del Batallón Mártir Rûken y decidió unirse a la lucha por la libertad. Rojîn, que brilló con su espíritu revolucionario en su lucha contra las fuerzas oscuras, no solo defendió las tierras de Afrin, sino también la opresión de las bandas de ISIS en Manbij. Al participar en la operación por Manbij, mostró su determinación de difundir el fuego de la libertad a tierras más amplias. Si bien su nombre resonó en la operación de Manbij, el amor por el país que sentía en su corazón se sintió en todas partes. Codo a codo con sus camaradas, Rojîn, tras la liberación de Manbij del ISIS, regresó a las tierras de Afrin, donde nació y creció, en 2016 y lideró la operación en Shehba.
El amor en su corazón se convirtió en una gran compasión por los niños
La mártir Rojîn trabajó como voluntaria en un jardín de infancia para niños huérfanos antes de lanzarse a la lucha por la libertad. Cuando llegó a Afrín en 2016, su primera parada fue este jardín de infancia. El amor de su corazón se convirtió en una gran compasión por los niños. Su interés por esos rostros inocentes no solo tocó sus vidas, sino también los corazones de la sociedad. La visión del mundo de los niños se moldeó a través de sus miradas afectuosas y sus enseñanzas. Siguió existiendo como una guía que veía el potencial de cada niño y les infundía esperanza. Su coraje y determinación en la lucha por la libertad, combinados con la compasión y el amor en su relación con los niños, revelaron los valores que llevaba como ser humano en su interior.
Ella también tenía el alma de una artista que dejó una huella en los corazones de las personas
Con la competencia militar e ideológica que adquirió en poco tiempo, llegó a ser comandante de compañía. Sus compañeros se reunían a su alrededor y se sentían seguros con ella. Recordaban una vez más lo que significaba apoyarse mutuamente y ser solidarios mientras se avanzaba hacia un objetivo noble. Atraía la atención no solo en el ámbito militar, sino también en sus aspectos artísticos. Los versos que escribía le permitían expresar sus pensamientos y sentimientos más profundos. Además, tenía el alma de una artista que dejaba huella en los corazones de las personas con cada palabra.
Fue como un monumento de belleza entretejido con valores éticos y estéticos. Su viaje a lo más profundo de su alma la llevó a una gran transformación mental, y nunca dejó de servir al paradigma de la liberación de la mujer. Transmitió el poder, la libertad y la resistencia de la mujer a la vida en toda su sutileza. Esta poderosa vida suya arrojó luz sobre la lucha de las mujeres por la existencia, empoderándolas y alentándolas. Con su postura apasionada y decidida, sumó voz a las voces de las mujeres y fuerza a su fuerza.
Al leer el libro de Öcalan, ¿Cómo vivir?, profundizó aún más en su historia.
La mártir Rojîn, un alma dedicada a la lucha por la liberación de la mujer, siempre llevaba consigo el libro del líder Apo (Abdullah Öcalan) “¿Cómo vivir?”, incluso en el frente de guerra. Este libro fue para ella una guía y una fuente de inspiración. Empezaba a leerlo cada vez que tenía la oportunidad, viajando entre las páginas y perdiéndose en las profundidades del libro. Los pensamientos filosóficos y profundamente conmovedores del líder Apo le abrían nuevos horizontes en su mundo interior y la inspiraban. Mientras leía este libro, también desarrolló sus propios pensamientos, creencias y espíritu de lucha; profundizó aún más en sí misma.
La mártir Rojîn, que conocía los enfoques machistas y luchaba decididamente contra ellos, se propuso aportar una nueva dimensión a la lucha social de las mujeres centrándose en la perspectiva del líder Apo sobre la militarización de las mujeres. En la lucha por la liberación de las mujeres, fue ella quien cuestionó y apuntó a transformar el sistema machista, analizó, asimiló y aplicó minuciosamente las soluciones propuestas por el líder Apo para la liberación de las mujeres.
Aprendió de sus experiencias y sus errores
La mártir Rojîn, que no se conformaba con lo existente y siempre se basaba en el desarrollo, se esforzaba apasionada y decididamente por desarrollar tácticas militares. Se renovaba y mejoraba constantemente. Se esforzaba por cuestionar la situación actual, descubrir nuevas ideas y desarrollar estrategias más efectivas. Analizaba las tácticas militares de forma exhaustiva y profunda, centrándose en identificar las deficiencias y mejorarlas. Trabajó meticulosamente y prestó atención a los detalles en el proceso de desarrollo de las tácticas militares. En lugar de simplemente aceptar las tácticas existentes, las criticó y trató de descubrir otras más efectivas y eficientes. En este proceso, adoptó un estilo de trabajo disciplinado, sistemático y orientado a objetivos y se esforzó por mejorar continuamente en el campo militar. Aprendió de sus experiencias y de sus errores y se esforzó por mejorarse a sí misma.
Conocida por su coraje, determinación y autosacrificio en el entorno de guerra
La mártir Rojîn, que con su sinceridad y honestidad era una fuente de moral y fuerza dondequiera que estuviera, participó en la primera línea de la operación Shehba en 2016, cuando las bandas atacaron intensamente Shehba, después de la gran victoria lograda en la operación Manbij. Conocida por su coraje, determinación y autosacrificio en el entorno de la guerra, Rojîn siempre tuvo como objetivo liderar la lucha e inspirar a sus camaradas. La mártir Rojîn desempeñó un papel activo en la guerra hasta que fue martirizada en el pueblo de Şealê en Shehba el 21 de noviembre de 2016.