Según los datos recogidos por Derechos Humanos de Irán (IHRNGO), al menos 251 personas han sido ejecutadas en las cárceles iraníes en los primeros seis meses de 2022. Esta cifra duplica el número de ejecuciones en el mismo periodo de 2021, cuando fueron ejecutadas 117 personas.
De las 251 ejecuciones, sólo 31 fueron anunciadas por los medios de comunicación nacionales o por funcionarios de Irán y 220 no fueron anunciadas por ninguna vía.
En los primeros seis meses de 2022, 141 personas fueron ejecutadas por cargos de asesinato, 91 por delitos relacionados con las drogas y 13 por cargos de violación. De las seis personas que fueron ejecutadas por cargos de moharebeh (enemistad con Dios), cuatro eran presos políticos y dos robos a mano armada.
Las ejecuciones relacionadas con las drogas han experimentado un intenso aumento en 2021 y 2022. Las 126 ejecuciones relacionadas con las drogas en 2021 fueron cinco veces superiores a las de los tres años anteriores. Sin embargo, las 91 ejecuciones de los seis primeros meses de 2022 son más del doble que las del mismo periodo de 2021, cuando se ejecutaron 40.
También se ha intensificado la ejecución desproporcionada de minorías baluch, con al menos 67 en los primeros seis meses de 2022. Fueron ejecutados por cargos de asesinato, relacionados con drogas y moharebeh en prisiones de todo Irán. El 27% de todas las 251 ejecuciones fueron de minorías baluch, a pesar de que sólo representan entre el 2 y el 6% de la población.
Desde el inicio de las protestas en todo el país, el 7 de mayo, al menos 56 personas fueron ejecutadas en mayo y 81 en junio. El mes de junio es el que más ejecuciones mensuales ha registrado en los últimos cinco años.
Cabe señalar que Iran Human Rights sólo incluye las ejecuciones no anunciadas que ha podido verificar a través de dos fuentes independientes y fiables. Por ello, el número de ejecuciones es sin duda mayor que el presentado.