Matheus Crespo es trabajador de un banco federal de Brasil, director del Secretariado Nacional de la Central Sindical y Popular de Brasil y miembro del Movimiento Revolucionario Socialista (MRS), presente en Brasil y Panamá, que forma parte del Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario (CRIR), un comité conjunto con partidos hermanos de Argentina, Estados Unidos y México. Dijo de sí mismo: "Soy marxista y defiendo la lucha directa de la clase obrera y de los oprimidos, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y el fin de la explotación capitalista. Llevamos a cabo estas luchas en los lugares donde la clase obrera vive, trabaja y estudia, ya que no serán las elecciones parlamentarias ni las soluciones institucionales las que salvarán al pueblo, sino el propio pueblo organizado."

Recientemente se celebró en Brasil una reunión de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha. En esta reunión se emitió una declaración pidiendo la liberación del líder kurdo Abdullah Öcalan. Usted también contribuyó a la publicación de esta declaración. ¿Por qué es importante exigir la libertad del Sr. Öcalan en una reunión de este tipo? ¿Todos los sindicatos que asistieron a la reunión exigieron la libertad del Sr. Öcalan?

No sólo participamos, sino que fuimos los autores de la propuesta de resolución por la liberación de Öcalan, principal líder de la lucha kurda, cuyo encarcelamiento es la máxima expresión de que Turquía es un país con rasgos dictatoriales que practica una persecución sistemática contra los kurdos y contra sus propios ciudadanos y ciudadanas, atentando contra la libertad de expresión, de movimiento y de organización, manteniendo a turcos y kurdos bajo la violencia y el autoritarismo. La libertad de Öcalan es esencial para combatir toda esta situación. Explicamos la cuestión y propusimos este debate en el Encuentro Internacional, que reunió a activistas de más de 20 países, y aprobamos la resolución por unanimidad.

Como saben, el líder kurdo Abdullah Öcalan lleva más de 24 años encarcelado en Turquía. Hace más de dos años que no se sabe nada de él. El Estado turco está imponiendo una severa política de aislamiento a Öcalan. ¿Cómo evalúa esta política?

Lo consideramos una gravísima violación de los derechos humanos, una ilegalidad y un crimen contra Öcalan, contra todo el pueblo kurdo y contra los derechos más básicos. Desde todos los puntos de vista jurídico, humanitario y político, la detención es ilegal e inaceptable, y sus condiciones son aún más inaceptables, violando los convenios internacionales y la propia Constitución turca. Aislar a Öcalan es un intento infructuoso de detener su influencia sobre las masas kurdas y turcas intentando intimidar a otros activistas; pero el efecto es precisamente el contrario: un odio popular justificado hacia el régimen dictatorial de Erdogan y el fortalecimiento de la lucha por la liberación de los presos políticos y el derecho a la autodeterminación kurda.

¿Cómo ve el papel de Öcalan en la democratización de Turquía y la resolución de la cuestión kurda?

Tenemos un enorme respeto por la historia y la lucha de Öcalan y de todos aquellos y aquellas que han servido a lo largo de los años en el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) (absurdamente calumniado por los verdaderos terroristas internacionales al servicio de los diversos imperialismos de Estados Unidos y la Unión Europea) y otros grupos y organizaciones incansables en su resistencia a todas las masacres que sufren los kurdos y en la lucha por la liberación de su pueblo, ya sea en Turquía, Siria, Irak, Irán o en el extranjero. Sin embargo, esto no impide que tengamos algunas diferencias políticas, como en el caso de la política en relación con Siria, Rojava y la teoría del confederalismo democrático. Entendemos que es necesario mantener y profundizar la lucha por la construcción de un Estado kurdo soberano, independiente, democrático, socialista y controlado por los trabajadores. Sin embargo, independientemente de cualquier diferencia, estratégica o táctica, Öcalan es el gran líder histórico kurdo, y cualquier proceso de liberación nacional implica su liberación.

Como saben, el Estado turco lleva muchos años librando una guerra contra el pueblo kurdo. Actualmente tiene como objetivo a los kurdos sirios, que están mostrando una gran resistencia al ISIS. ¿Cómo valora esta guerra del Estado turco contra el pueblo kurdo?

Las acciones de Erdogan y el Estado turco contra las regiones libres de Rojava son un crimen contra la humanidad, no sólo porque son, de hecho, acciones militares en territorio extranjero, además de una invasión y agresión contra los gobiernos autónomos locales y el pueblo de esta región, sino también porque sirven, en la práctica, como ejército auxiliar del grupo fascista ISIS, autor de atrocidades contra la población y, en particular, contra las mujeres. Erdogan actúa como un criminal de guerra y somos partidarios incondicionales de la lucha kurda en Siria y Turquía, por la victoria y la expansión de la experiencia en Rojava. Nuestra organización (MRS) estuvo en Kobane unas semanas después de su heroica liberación, y estamos a favor de enviar todas las fuerzas y recursos a esta lucha.

¿Qué le gustaría decir sobre la lucha por la libertad del pueblo kurdo y del Kurdistán?

La fuerza de un pueblo con millones de hombres y mujeres, miles de luchadores y combatientes y tantos mártires, después de décadas de intentos de genocidio, exterminio y asimilación, y que se mantiene fuerte y en pie, luchando, nunca podrá ser derrotada. No será un dictador ni muchos, ni el imperialismo los que podrán derrotar al movimiento kurdo. Todo el mundo capitalista ya había abandonado a los kurdos, los había traicionado, explotado y tratado de silenciarlos, pero nunca lo había logrado. Y la resistencia kurda nunca ha sido tan fuerte, al mismo tiempo, en los 4 países que pertenecen al Kurdistán. En Irak, Siria, Turquía e incluso bajo la dictadura fundamentalista de Irán, los kurdos y las kurdas están aumentando y volviéndose más fuertes. Esta lucha es un ejemplo para todos nosotros y nosotras.

Como político y sindicalista brasileño, ¿por qué es importante para usted la libertad del Sr. Öcalan?

Porque no podemos aceptar ningún arresto político de quienes luchan por el pueblo y contra el despotismo y la explotación. Ni en Nicaragua, ni en Venezuela, ni en Cuba, ni en Brasil, ni en Italia, ni en Estados Unidos, ni en Turquía. En ningún lugar se puede encarcelar a quienes luchan por todos. ¡No habrá democracia en Turquía mientras Öcalan siga en prisión! ¡Todos somos Öcalan!

¿Qué cree que se puede hacer a nivel internacional para ayudar a Öcalan a recuperar su libertad?

La primera acción es la solidaridad internacional, base del internacionalismo proletario. Turquía apuntó a uno, pero en realidad atacó a todos. Todos los activistas del mundo deben luchar por la liberación de Öcalan y de todos los demás prisioneros políticos kurdos y turcos que son el blanco de este régimen dictatorial. La solidaridad debe expresarse en palabras y resoluciones, como la que aprobamos en la Reunión de la Red Sindical Internacional, pero también de manera activa, enviando colegas a la región, recaudando fondos por todas las formas posibles. También es necesario denunciar la complicidad de cada uno de los gobiernos de los países en los que estamos, que apoyan al régimen de Erdogan y ayudan a apretar el gatillo contra los kurdos cuando hacen negocios libremente con el Estado turco. Abogamos por una presión diplomática inmediata para la liberación de Öcalan, porque podría haber una ruptura en las relaciones diplomáticas y comerciales si no hay avances en este sentido.

¿Algo más que quiera agregar?

¡Manténte fuerte! La lucha es dura y, a menudo, uno puede sentir que no tendrá éxito o no tendrá suficiente fuerza contra enemigos tan poderosos. Pero nada es tan poderoso como el pueblo en lucha, y los kurdos son un ejemplo de ello. Como lo son los palestinos y como lo demuestra todo el tiempo la clase obrera, en los cinco continentes, cada vez que decide levantarse. No está solo y puede contar con MRS para absolutamente todo lo que podamos. ¡La victoria de los kurdos es la victoria de todos los pueblos explotados del mundo!

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