Hace 84 años del genocidio de Dersim

El 4 de mayo se cumple el 84º aniversario del inicio del genocidio de Dersim. El gobierno turco masacró a miles de personas. Las que sobrevivieron, fueron desterradas. Dersim fue despoblada.

Han pasado 84 años y, sin embargo, Turquía no está dispuesto a reconocer este genocidio como muchos otros genocidios kurdos. Los responsables de la muerte de miles de personas nunca han sido juzgados ni han salido a la luz. Las familias destrozadas nunca han podido descubrir su pasado.

Miles de personas siguen sin recibir noticias de sus familiares y amigos cercanos. Se desconoce el paradero de quienes en aquel momento eran niños kurdos que fueron secuestrados por el gobierno turco. Muchos otros países del mundo que han tenido una experiencia similar y han cometido un genocidio contra su pueblo han reconocido la injusticia y el dolor que han causado y han pedido perdón.

Sin embargo, Turquía sigue resistiéndose a disculpase y recurre a la estrategia de que dicho genocidio “nunca existió”, igual que hace con el genocidio armenio.

La campaña militar contra Dersim se montó en respuesta a un incidente relativamente menor, y parece que el ejército había estado esperando un motivo para castigar a las tribus. Un día de marzo de 1937, se quemó un puente de madera estratégico y se cortaron las líneas telefónicas. Se sospechó de Seyyit Riza y las tribus asociadas a él. El ejército pudo haber creído que aquello era el comienzo de la esperada rebelión. Una fuente turca menciona que, más o menos en la misma época, se produjo otro incidente menor en otro lugar del Kurdistán, y sugiere la coordinación de los nacionalistas kurdos.

Las primeras tropas enviadas para detener a los sospechosos fueron detenidas por miembros de la tribu armados. Los enfrentamientos no tardaron en intensificarse. Cuando las tribus siguieron negándose a entregar a sus líderes, se montó una gran campaña. Las operaciones militares para someter la región duraron todo el verano de 1937. En septiembre, Seyyit Riza y sus colaboradores más cercanos se rindieron, pero en la primavera siguiente las operaciones se reanudaron con una fuerza aún mayor. Debieron ser de una violencia y brutalidad sin precedentes.

El número de personas masacradas osciló entre 12 mil, según las cifras oficiales, y entre 70 y 90 mil según los habitantes de Dersim. Más de 10 mil personas fueron exiliadas.