El Instituto Andrea Wolf de la Academia Jineolojî escribió el lunes 25 de diciembre una carta abierta a todos los amantes de la libertad del mundo, mientras aviones turcos bombarden el Norte y el Este de Siria.
La carta dice así: "Hoy, el ataque turco contra la imprenta Simav en Qamishlo ha acabado con la vida de Berivan y otros cinco empleados. Ala El Sebawi también perdió la vida durante un ataque turco contra una panadería pública. Berivan y Ala eran dos jóvenes de Rojava que luchaban por construirse otra vida. Antes de la revolución, a las mujeres no se les permitía tomar sus propias decisiones. Sabemos que Riyad Hemo, Hisên Ehmed, Rênas Hisên, Ferhan Xelef y Ferhan Temê también han perdido la vida y que hay más heridos".
La carta continúa: "Por cada lugar atacado por Turquía, por cada persona que se ha perdido, se han perdido recuerdos muy valiosos: recuerdos de cómo hacer la revolución y cómo construir una nueva vida.
Turquía también ha atacado otras localizaciones. En el centro de Amude fue atacada una cooperativa popular que producía aceitunas. Recordamos a una mujer de Afrin que decía: "Aquí, cuando estoy con las aceitunas, me siento más cerca de Afrin y eso me da alegría". Es importante saber que para los habitantes de Afrin, el olivo es sagrado, considerado fuente de vida. Hoy, sus olivos están siendo cortados, extraídos por los mercenarios turcos. ‘Cada vez que cortan un olivo’, dicen, ‘matan a uno de nosotros’. Desde el día en que Afrin fue ocupada, muchos de nuestros ancianos de Afrin han estado muriendo durante la época de la recogida de la aceituna. Sabemos que no es una coincidencia".
La carta añade: "Turquía también golpeó otro lugar: la sala de Karama en Amude. Recordamos la época en que la organización de mujeres Kongra-Star celebró allí su congreso, celebrando la revolución femenina. Cientos de mujeres de todas las edades estaban allí. Y para los habitantes de Amude, es un conocido lugar de encuentro para reuniones públicas. Entre otros muchos lugares, Turquía tomó como objetivo el centro de diálisis de Qamishlo. Recientemente, se estaba debatiendo cómo construir más alternativas para los enfermos de la región porque éste era el único que daba servicio público.
Incluso desde que hemos empezado a escribir este llamamiento, las noticias de nuevos ataques crecen exponencialmente. Entre las infraestructuras que ahora mismo están en el punto de mira de todas las regiones de Rojava se encuentran hospitales, centros y depósitos médicos, lugares de suministro de alimentos, fábricas textiles, gasolineras y pozos, cooperativas agrícolas, depósitos comunitarios de edificios residenciales y construcciones y molinos de grano.
Mientras tanto, los pueblos de Rojava no han cesado en sus esfuerzos por organizarse según los principios del paradigma democrático, ecológico y basado en la liberación de las mujeres. Han reconstruido sus vidas a partir de las ruinas de la guerra. En una región marginada y oprimida durante décadas por el régimen de Assad, con una base de infraestructuras muy limitada, se construyeron fábricas, talleres y cooperativas para producir lo necesario. Se construyeron escuelas, academias, para que todos y todas aprendieran en su propia lengua materna. Se construyeron imprentas para compartir libremente análisis, novelas y poemas. Se construyeron hospitales para tratar a los enfermos y enfermas. Se construyeron lugares de reunión y celebración. Para abastecer las necesidades energéticas, se gestionaron estaciones petrolíferas. Cada uno de ellos se construyó gracias a los esfuerzos incansables de personas organizadas en comunas, consejos, cooperativas y academias para honrar la esperanza y afirmar una voluntad de vida. Estos son los resultados prácticos de la esperanza de que podemos construir una vida libre sin depender del Estado, el capitalismo y el patriarcado".
La carta dice además: "Los logros más recientes del movimiento kurdo por la libertad amenazan la existencia del Estado fascista turco. El 13 de diciembre, la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) declaró su nuevo Contrato Social. El 19 de diciembre, los partidos kurdos obtuvieron la mayoría de los escaños en las elecciones locales de Kirkuk (Irak). Asimismo, las guerrillas llevaron a cabo con éxito acciones contra los militares turcos ocupantes en las montañas del Kurdistán Sur (“Bashur” en kurdo, en el norte de Irak).
Esta es la razón por la que el ejército turco está, una vez más, intensificando sus ataques contra Rojava hacia su sueño de un imperio neo-otomano.
Lo que resulta evidente es que estos ataques forman parte de una guerra sistemática cuyo objetivo es destruir la vida de las personas aquí en Rojava y, en última instancia, la esperanza que están difundiendo. Esta nueva oleada de ataques tiene como objetivo las infraestructuras críticas y, en combinación con el embargo, la supervivencia de todas las vidas está amenazada con la escasez de agua, combustible y electricidad. Debemos interpretar esta estrategia como parte de los planes de ocupación a largo plazo de Erdoğan, el mismo Erdoğan que califica de genocidio los ataques contra las infraestructuras, las escuelas, los hospitales y las iglesias en Gaza.
Esta es una verdad: el mundo entero está ahora bajo el ataque de los Estados fascistas, capitalistas y dominados por los hombres. Llamamos a una lucha unida contra la maquinaria de guerra que, a través de la ocupación, el genocidio y los feminicidios, intenta dividir y conquistar. Al igual que los pueblos de Rojava/Noreste de Siria que insisten en construir una vida libre en lucha, por la que tantos y tantas han dado sus vidas, hacemos aquí y ahora un llamamiento para que todo el mundo resista y se organice contra el fascismo, la ocupación y el patriarcado, ¡y para construir una vida libre con dignidad!"
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