A causa del terremoto, 327 escuelas del Norte y el Este de Siria sufrieron daños. Algunas de ellas fueron cerradas y aproximadamente 28.850 estudiantes se vieron obligados a interrumpir sus cursos.
Tras el terremoto, el Comité de Educación y Formación formó un equipo de ingenieros para inspeccionar todas las escuelas. Se determinó que la mayoría de las escuelas habían sufrido daños leves y podían repararse en poco tiempo. Sin embargo, 56 escuelas sufrieron daños graves.
En declaraciones a ANHA, Receb El Mûşref, co-presidente del Comité de Educación y Formación, declaró que, tras el terremoto en la región, unos 28.850 estudiantes se vieron obligados a quedarse en casa. Según al-Mûşrêf, los alumnos y alumnas fueron trasladados a escuelas cercanas a sus hogares para solucionar este problema.
El Mûşrêf declaró que pidieron a los Comités de Educación que aumentaran el número de alumnos en las clases, ya que el número es pequeño el horario se ve reducido, y que utilizaran el sistema en línea cuando fuera necesario para dar continuidad a la educación: "Estamos tratando de evitar grandes cambios en el plan de educación para el curso 2022-2023. El Comité de Educación y Formación siempre hace un plan de formación y determina las materias que se van a impartir a lo largo del año. Las clases se imparten cada mes en consecuencia".
Al-Mûşrêf declaró que confían en resolver este problema en los próximos días y reanudar las clases con normalidad.
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