44 personas acaban con éxito su curso de kurdo en el Centro de Lengua y Cultura Ayşe Şan en Silopi

44 personas completan con éxito su curso de kurdo en el Centro de Lengua y Cultura Ayşe Şan en Silopi. La educación en la lengua materna es blanco reiterado de la represión estatal turca tanto en el Kurdistán Norte, como en toda Turquía.

LENGUA KURDA

Los primeros graduados del curso de kurdo en el Centro de Lengua y Cultura Ayşe Şan de la administración municipal de la ciudad fronteriza kurda de Silopi (Silopîya) han recibido sus certificados de graduación.

Además de los 44 graduados, a la ceremonia, que tuvo lugar en la sala de conferencias Cigerxwin del Centro de Lengua y Cultura Ayşe Şan, asistieron el diputado del Partido DEM Zeki Irmez, representantes del Consejo de Madres de la Paz, del Movimiento de Mujeres Libres (TJA), de la Asociación de Lengua y Cultura Birca Belek y muchas otras personas.

Ninguna fuerza puede doblegar nuestra voluntad.

Hablando en nombre del Centro de Lengua y Cultura Ayşe Şan, Aydın Deniz dijo: “Recientemente, racistas y nacionalistas han llevado a cabo una política de hostilidad hacia la lengua y la identidad kurdas. Como patriotas que aman su lengua, decimos que ninguna fuerza puede doblegar nuestra voluntad”.

A continuación, Müslüm Ergin subrayó la gran importancia de los intelectuales y escritores kurdos en la historia kurda, y dijo: “Todos ellos tienen una gran influencia en nuestro futuro”.

La historia de la lengua kurda está muy arraigada. Su perspectiva es profunda.

El diputado del Partido DEM por Şirnex, Zeki Irmez, también subrayó la importancia de los estudios de idiomas. Irmez afirmó: “La historia de la lengua kurda está muy arraigada. Su perspectiva es profunda. Debemos proteger a todos nuestros intelectuales y escritores. Debemos proteger nuestra lengua. Los gobernantes de nuestros países pueden oprimirnos, pero debemos defender nuestra lengua en nuestros hogares, en nuestras calles y en todos los ámbitos de la vida”.

Tras los discursos, los graduados recibieron sus certificados gritando repetidamente “bê ziman jiyan nabe (sin lengua, no hay vida)”. El programa terminó con bailes conjuntos de govend, la danza tradicional kurda.

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