Nesrin Sotoudeh, abogada, escritora y defensora de los derechos humanos iraní, fue detenida el domingo y torturada por la policía mientras asistía al funeral de Armita Geravand, de 17 años.
Sotoudeh, que no llevaba hiyab en el funeral, está recluida en el Centro de Detención de Vozara, que se utiliza para recluir a mujeres acusadas de no llevar el hiyab obligatorio, y es donde estuvo recluida la joven kurda Jina Mahsa Amini antes de su muerte bajo custodia en septiembre de 2022.
Armita Geravand es sólo la última joven iraní que ha muerto a manos de la policía iraní en el marco de su implacable campaña para suprimir los derechos y la dignidad de las mujeres iraníes. Geravand fue duramente golpeada por la policía en el metro de Teherán a principios de octubre, quedando las imágenes registradas por las cámaras de seguridad.
La familia de Armita Gerawend quería enterrar a su hija en Kermanshah, pero las fuerzas estatales iraníes le denegaron el permiso. El servicio de inteligencia iraní amenazó a la familia y la obligó a enterrarla en Teherán.
Gerawend fue enterrada en el cementerio de Beheştî Zera, en Teherán. Durante el funeral, que se celebró bajo una fuerte presencia policial, ocho personas fueron detenidas y, entre ellas, Nesrin Sotoudeh.
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